Ezellahen

4.- Boda apresurada

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Los gemelos, Glorfindel y la pareja que estaba pronta a casarse se encontraban desayunando. Era bastante temprano, pero era bien sabido que los elfos no necesitaban de mucho sueño, era por eso que Ezellahen no se encontraba allí, puesto que su hora de levantarse solía ser a las diez de la mañana.

"–" /Entonces... al final nunca supimos porque Glorfindel nos estaba buscando con tanto apuro/

Aragorn y Legolas intercambiaron una mirada cargada de nerviosismo ante la pregunta de Elrohir. Viendo la aprensión en los ojos azules de su amor, el Rey de Gondor carraspeó y miró a los gemelos.

"–" /Hay algo que deben saber. Legolas y yo vamos a casarnos.../

Los gemelos enarcaron una ceja, al parecer, nada sorprendidos por ese dato.

"–" /¡Felicitaciones!/ Chillaron ambos, muy felices por su hermano adoptivo y el Príncipe del Bosque Negro.

"–" /Deben preguntarle el porqué de esa decisión... "apresurada"/ Comentó Glorfindel, sonriendo malicioso.

Los gemelos morenos volvieron a enarcar una ceja, mirando el rostro ruborizado y enfurecido de Legolas (quien miraba al otro rubio elfo como si quisiera atravesarlo con algunas de sus flechas) y el impasible de Aragorn.

"–" /Oh, ¿hay algún motivo en especial?/ Quiso saber Elladan, con los ojos brillantes por la expectativa.

"–" /Bien... ejem... supongo que van a enterarse de todas formas/ Tomó la mano de su prometido. Legolas le sonrió /Estamos esperando un bebé/

Los gemelos volvieron a enarcar la maldita ceja, mientras una sonrisa de maldad se formaba en sus labios.

"–" /Así que.../ Empezó Elladan /¿Se comieron el pastel antes de la boda, eh?/

Y los tres elfos restantes comenzaron a reír a carcajadas ante las caras enfadadas de Legolas y Aragorn. El moreno sonrió de lado y negó con la cabeza luego de un rato, sin embargo, Legolas (gracias a sus hormonas) estaba echando chispas por los ojos, trazando planes de venganza en su cabeza. ¡Se estaban burlando de su amor y de su hijo!

"–" /Cálmate, mi amor. Tú ya sabes cómo son ellos.../ Susurró Esthel a su oído, consiguiendo que los humos del rubio elfo se aplacaran un poco.

Legolas volteó a mirarlo y compartieron un largo y tierno beso de amor.

– Awww... son tan románticos – Chilló Elrohir con voz falsamente afectada.

– Si... siento ganas de llorar, hermano – Musitó Elladan y apoyó su cabeza en el hombro del otro gemelo, mientras éste le daba palmadas en el hombro intentando calmarlo.

– Ya, ya, hermano. Tú sabías que en algún momento nuestro querido hermano tenía que desplegar sus alas y tomar vuelo – Consoló el otro.

– Si, ya estoy calmado – Se secó con la servilleta unas lágrimas de cocodrilo – ¿Quién diría que nuestro querido y pequeño Esthel iba fecundar al tierno Leggy? Que suerte que hay tiempo para preparar la boda antes de que nuestro sobrino nazca –

Y volvieron a estallar en risas, siendo acompañados nuevamente por Glorfindel. Legolas estaba a punto de cometer asesinato cuando una bella elfa llamada Sayuri Hiro entró al lugar trayendo a un semi-dormido Harry en sus brazos.

"–" /Disculpen, pero el pequeño se ha despertado y pidió verlos/ Dijo ella.

"–" /No te preocupes.../ Elrohir sonrió y se acercó para cargar al pequeño – Hola, Harry. ¿Dormiste bien? –