Ezellahen

28.- Epílogo

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~Años más tarde~

Glorfindel paró en su lugar y permitió que la flecha pasara rozando su mejilla, cortando algunos de sus rubios cabellos en el proceso. Un grito horrorizado provino del lugar desde donde provenía la flecha. Al lado del elfo, la Dama Galadriel rio suavemente.

"–" /Espero que no le divierta el hecho de que casi perdí un ojo, mi Señora/

"–" /Por supuesto que no/ Aseguró con una sonrisa. /Me río por el hecho de que esta es la tercera vez que sucede esta semana... tal parece que sus flechas solo te buscan a ti.../

El elfo angostó los ojos al escuchar el juego de palabras de la Dama, pero no tuvo tiempo de pensar por un largo tiempo, porque unos pasos apresurados le dijeron que ya no estaban solos. De entre las plantas del jardín de Lothlorien, surgió un hermoso muchacho de no más de doce años de edad, de largo cabello negro y sedoso e increíbles ojos verdes.

– ¡Discúlpame, Glorfindel! ¡Todavía no soy bueno en tiro al arco! – Chilló aterrado.

– Puedo notarlo, Millyra – Murmuró, sacando la flecha que estaba clavada en el árbol junto a él. – Ten más cuidado la próxima vez... – Agregó, antes de entregarle la flecha al pre adolescente.

Tom Riddle le sonrió tímidamente.

– "– " /Lo intentaré, Glorfindel/

– No, no, no, ithen – Regañó Galadriel. – Recuerda que cuando estás con personas que hablan el idioma de los hombres, debes hablarlo para practicar –

– ¡Oh! ¡Sí... lo siento! – Hizo un puchero. – Es que todavía no me acostumbro.

– Debes hacerlo – Sonrió, acariciando su cabeza. – Recuerda que Ezellahen ha pasado mucho tiempo enseñándote y tú le prometiste hablar el idioma fluido la próxima vez que él y Eldarion vengan desde Gondor –

– Sí... sí... lo sé, madre – Suspiró y luego miró a su espalda. – Creo que volveré a mis clases – Miró la flecha en su mano y se ruborizó. – Lo siento de veras, Glorfindel... no volverá a pasar –

– Eso espero – Asintió.

Los ojos verdes se posaron en los del elfo por largos segundos, antes que el rubor de Tom se intensificara aún más. Tartamudeando una despedida salió pitando hasta donde estaba su instructor de arco y flecha. Galadriel sonrió, mientras lo veía retirarse.

"–" /Parece que el pequeño Tom tiene sentimientos fuertes por ti/

El rubio pestañeó, mirándola con incredulidad.

"–" /Es un niño.../ Balbuceó tontamente.

"–" /Era un niño... ahora está muy crecido y en dos años será todo un hombre, tal cual lo fue Ezellahen a su edad/

"–" /Pero... no podría... lo conozco desde que era un bebé y.../

"–" /Parece que esa idea ha estado rondando un tus pensamientos, aquella posibilidad/ Sonrió con conocimiento.

Glorfindel se ruborizó y miró para otro lado.

– Hn – Gruñó.

"–" /Tom ha crecido como un niño muy bueno, sin comparación al que fue antes de la segunda oportunidad que le dio el destino. Mi esposo y yo seríamos felices de que encuentre un amor entre los nuestros... y sería mucho mejor que sea con una persona de confianza, quien no lo lastimará y ni hará que desee experimentar con la Oscuridad/