Ezellahen

6.- Creciendo

Notas de 

Una disculpa por la falta de actualizaciones, entre a un nuevo trabajo y apenas me estoy adaptando al horario, tratare de actualizar cada vez que pueda, disfruten la lectura.

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Un pequeño morenito vestido con calzas negras y un traje verde encima, corría agachado hasta la siguiente "guarida" estaba siendo perseguido por un orco muy malo. De su pecho colgaba un gran medallón, único recuerdo de su verdadera familia, en su cabeza había signos de haber tenido una pequeña corona, pero esta hace mucho que se había caído, en la huía del orco malo. Así que, tras recuperar el aliento, sacó un de sus flechitas de madera de su carcaj y preparó su arco. Levantó la cabecita y entrecerró los ojos. El orco malo no se veía por ningún lado... pero sabía que estaba allí.

– Ezellahen... /... sé que estas allí. No te escondas/ Susurró el orco tenebrosamente, caminando silenciosamente para encontrar a su presa.

– ¡No me atapadaz, orco malo! – Chilló el valiente elfito saltando desde su escondite – ¡Toma eto! – Volvió a chillar. Puso una de sus fechitas en el arco y tiró. Siendo ellas de juguete y teniendo él tan poca fuerza para sus tres añitos, la flecha no fue muy lejos, solo cayó a diez centímetros de su cuerpecito.

– ¿Esa es tu defensa? – Rio el orco malo – Voy a enseñarte lo que es el dolor –

Harry chilló y tiró su arco y carcaj, pero no fue lo suficientemente veloz para escapar. Lord Elrond lo atrapo entre sus manos, lo alzó en brazos y comenzó a hacerle cosquillas.

– ¡Lau, Lelo! ¡Lau! – Rio retorciéndose entre los brazos del mayor. (Nota: Lau no)

– Eres mío ahora, ithen – Gruñó Elrond – Y ahora te vas para el baño... ya hemos jugado mucho –

– Pedo, Lelo... – Gimoteó haciendo un puchero – Ya me mañe ayed... –

– Y estás de nuevo todo mugroso – Regañó tiernamente – Debes bañarte, Ezellahen. Recuerda que mañana partiremos temprano para Gondor y no habrá tiempo de bañarte entonces –

– ¿Gondo? ¿None eta, Eldadion? – Preguntó ladeando la cabeza.

– Tancave – Suspiró – Donde está el revoltoso de Eldarion –

La sonrisa anticipada de Ezellahen produjo un escalofrío por toda la espina dorsal de Lord Elrond. Esos dos solo se habían visto una vez en todo este tiempo, pero esa sola ocasión bastó para que su casa de Rivendel quedara hecha un caos total. Por suerte ahora estarían en Gondor.

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~ Otro día ~

– Papi... ¿mami ta nojado conmigo? –

– No, cielo... – Suspiró Elladan – Lo que pasa es que mami esta melancólico. Creo que debemos buscarle un novio... –

– Oh... – Parpadeó – ¿Pada que le den betos? –

– Supongo que mami no solo quiere besos. Los elfos tenemos ciertas necesidades, tu sabes. Creo que mami necesita alguien que se lo co... – Miró la cara confundida de su hijito – Ejem, bueno nada. Que necesita un novio y ya –

– En Gondo poemos encotar uno –

– Tal vez... – Terminó de ajustarle la túnica y lo alzó en brazos. "–" /Por cierto, debes hablar más Quenya que para eso Lelito se mata enseñándote/