Ezellahen

8.- Morë

Dedicado a cinthy3095 por ser la primera en acertar en las conjeturas de quien era Morë

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– ¡Remus! ¡Sirius! ¡Frank! –

Los aludidos, que se encontraban en casa, porque era fin de semana, fruncieron el ceño y caminaron hasta llegar a la Sala, donde James Potter prácticamente saltaba en un solo pie. Les pareció bastante extraño, ya que, al venir del Valle de Godric lugar donde ocurrió la catástrofe que le quitó a su familia, mínimo esperaban que llegara silencioso y cabizbajo. Esta clase de alegría los tenía completamente desconcertados.

– ¿Qué sucede, James? –

– ¡Moony! ¡Mira lo que he encontrado en la habitación de mi bebé, sé que era lo que estudiaba de mi Lily! –

Frunciendo el ceño, el castaño hermoso se acercó a su hiperactivo amigo y tomo los pergaminos que James tenia. Los abrió y leyó la primera página. Sus ojos se abrieron como platos y retrocedió hasta sentarse en un sillón que estaba detrás de él.

– ¿Qué...? ¿Qué pasa? ¿Qué es eso? –

– Godric Gryffindor... – Murmuró Remus.

– ¿Qué...? No entiendo nada – Refunfuñó Sirius.

Lupin no hizo caso de su amigo y levantó la mirada para conectarla con la del sonriente Potter.

– ¿Esto era lo que Lily estaba traduciendo antes que... antes de aquello? –

– Si, Moony. Eso era por lo que casi no nos prestaba atención. No tengo la menor idea de donde lo encontró, pero... – Se detuvo brevemente, inseguro de decirlo.

– ¿Pero qué...? – Alentó Frank.

– Creo que allí está la razón porque la que no hemos encontrado a Harry –

Una sonrisa triste apareció en el rostro de los otros tres adultos. Era por eso... su amigo jamás había perdido la esperanza, pero, para ser sinceros... ¿Por qué James pensaba que unos pergaminos viejos iban a conducirlo a su hijo?

– Prongs, no creo que... –

– Dumbledore lo dijo, Paddy – Cortó James, con expresión seria – Que aparte de la magia negra que rodeaba la habitación de Harry, había otra. Otra que no podía detectar exactamente que era, pero que estaba seguro que era magia antigua. Bien, esos pergaminos son antiguos y... algo me dice... estoy casi seguro que si desciframos esos pergaminos podré volver a tener a mi niño conmigo –

Sirius no pudo más que sonreír, dejando que aquella esperanza perdida volviera a crecer en su pecho, al ver la confianza de su amigo.

– Seguro amigo. Encontraremos la forma... –

James sonrió brillantemente y se giró para ver a Remus.

– Moony, eres mi única esperanza... porque no sé ni siquiera en que idioma está escrito –

El castaño miró a su amigo y luego a los pergaminos que tenía en sus manos, su ceño se frunció mientras los contemplaba, inconsciente de la mirada de aprensión que se dibujó en el rostro del resto de los Merodeadores. ¿Si el inteligente de Moony no lo sabía...? ¿Deberían buscar ayuda extra...?

– Creo que lo sé... – Dijo al fin, el resto de los hombres soltó el aire que contenían – Si no estoy equivocado es un lengua muy antigua y casi olvidada en el Mundo Mágico... – murmuró.

– ¿Y bien...? ¿Qué es? – Pidió impaciente Black.

– Si no me equivoco es Quenya, la lengua de los Altos Elfos –