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four.

04. | consejos sobre cómo no morir

La voz chillona de Lyra es lo que despertó a Vixen a la mañana siguiente; regañándola para que sacara su trasero perezoso de la cama para no llegar tarde a su primer día de entrenamiento. A Vixen realmente no le importaba lo que la mujer mayor quisiera, pero cuando estaban dando consejos gratis sobre cómo no morir, decidió que era mejor que se fuera. Quería ver cómo eran los otros tributos y cuán letales serían los profesionales este año. Por supuesto, sabía que siempre eran letales, pero solo quería ver cuánto tiempo le llevaría abrirles la garganta con los dientes.

Al escuchar como el tintineo del ascensor resuena a través del pequeño espacio, pudo escuchar a Flint respirar con dificultad. Hubo momentos en los que deseaba tener un compañero de distrito diferente; uno de esos momentos era ahora. Ella pensó que era débil y que no duraría ni un día en la arena cuando llegara el momento. Pero era bueno para ella que él fuera un blanco tan fácil. Una oportunidad más fácil para ella de poder regresar a casa con su familia, orgullosa de que los asesinatos de sus hermanos habían sido vengados.

Cuando suena el ascensor, las puertas se abren y son recibidos por los otros ojos de los tributos. Vixen no les da la satisfacción de una tributo asustada, sino una engreída por completo y sabía que no eran un desafío para ellos. Ella les da una mirada a los Profesionales mientras camina hacia el centro de la habitación, con Flint justo detrás de ella. Ella puso los ojos en blanco ante lo cerca que estaba él de ella, y esperaba que no la estuviera siguiendo todo el día. De lo contrario, tendría que darle una paliza o matarlo ahora.

—En dos semanas, 23 de ustedes estarán muertos. Uno de ustedes estará vivo —La mujer de piel oscura en el medio de la habitación dice mientras todos los tributos la rodean—. Quién es depende de qué tan bien prestes atención durante los próximos cuatro días, particularmente a lo que estoy a punto de decir —afirma, mientras comienza a repasar las reglas—. Primero, no pelees con los otros tributos. Tendrás mucho tiempo para eso en la Arena. Hay cuatro ejercicios obligatorios, y luego el descanso será entrenamiento individual. Mi consejo es que no ignores las habilidades de supervivencia. Todos quiere agarrar una espada, pero la mayoría morirá por causas naturales. 10% por infección, 20% por deshidratación. La exposición puede matar tan fácilmente como un cuchillo —Sus ojos oscuros miran a todos los tributos antes de asentir con la cabeza—. Adelante.

Vixen deja escapar un suspiro mientras se da la vuelta y mira a través del área de entrenamiento. Pudo ver que había una estación de tiro con arco, un arma con la que era bastante decente. También había una estación de lanzamiento de cuchillos, otra arma con la que estaba de acuerdo, ya que arrojaba cuchillos a los animales que intentaban comer su trigo. También hubo otras estaciones; hachas, espadas, fuego, pesca, combate cuerpo a cuerpo, colocación de trampas, lanzas y una docena más.

Observó mientras Flint se dirigía hacia la estación de trampas y ella se burla. Sus ojos miran alrededor del centro de entrenamiento nuevamente, antes de caminar hacia la estación de hachas. Pudo ver a la tributo del Distrito Dos de la noche anterior. Su cabello castaño oscuro estaba recogido en un peinado único, mientras que su uniforme de tributo estaba sobre su cuerpo. Podía ver la cara arrugada de la chica mientras lanzaba el hacha al objetivo, golpeándolo en el pecho cada vez que lo hacía. Podía sentir una sonrisa en los labios de la chica, sabiendo que pensaba que era la mejor.

Vixen pasa junto a ella y toma un hacha, y toma su lugar cerca de ella, colocándose para prepararse para lanzar. La tributo del Distrito Dos la mira, cruzando sus delgados brazos sobre su pecho, mirando cómo la chica del Distrito Nueve se prepara para lanzar. Vixen inhaló profundamente, antes de lanzar el hacha, golpeando al objetivo en el estómago.

—No está mal para un Nueve —La chica le hace un cumplido y Vixen la mira—. Eres Vixen, ¿verdad? La chica que se ofreció como voluntaria.

—Sí, ¿qué te importa? —Vixen gruñe mientras cruza los brazos sobre su pecho.

—Nada —La chica sonríe—. Espero que sepas que me enorgulleceré de hacer que tu familia vea tu muerte. Y no te preocupes, no dolerá... mucho.

—Ustedes los del Distrito 2 siempre son unos imbéciles arrogantes, ¿no es así? —Vixen pregunta y la chica de cabello oscuro va a atacarla, pero un chico más grande y voluminoso aparece detrás de ella y envuelve sus dedos alrededor de sus bíceps, tirando de ella hacia atrás.

—No dejes que esta niña te afecte, Margo —El chico le dice a ella y la chica gruñe, antes de irse furiosa. Vixen sonríe cuando la chica desaparece, antes de mirar al hombre más voluminoso. Tenía el pelo castaño oscuro, que combinaba perfectamente con el de la chica. Podía decir que eran del Distrito Dos. Ambos tienen la sensación de arrogancia—. Mejor cuida tu espalda, Nueve. Ya te has convertido en un objetivo.

—Lo recordaré para más tarde —Ella le dice con una sonrisa y él pone los ojos en blanco antes de alejarse. Ella deja escapar una pequeña risa mientras se cepilla un mechón de cabello detrás de la oreja. Pero cuando se da la vuelta, hay una chica de cabello rubio claro parada allí, mirándola con ojos azules brillantes—. ¿Puedo ayudarte?

—No... es solo que fue valiente de tu parte enfrentarte a uno de esos tipos —La chica murmura—. Son tan intimidantes y... grandes.

—¿Cuántos años tienes? —Vixen le pregunta.

—Trece —La joven responde y Vixen asiente con la cabeza—. Soy Cami.

—Vixen —Ella afirma.

—Deberías tener cuidado con tu Compañero de Distrito, Flint. Él ha estado haciendo sus propios aliados. Ryan del Distrito Seis, Oake del Siete y Dalton del Once —Cami dice y Vixen levanta una ceja—. Soy muy observadora. Me gusta saber las cosas antes que los demás. ¿Ya tienes algún aliado?

—No —Vixen responde—. ¿Tú?

—Nop. Nadie quiere una niña pequeña de su lado —Cami afirma y luego pudo escuchar un silbido detrás de ella. Las dos se voltearon para ver que el chico de su distrito le estaba indicando que se acercara a él. Ella le asiente con la cabeza, se vuelve hacia Vixen y sonríe, antes de apresurarse hacia él.

Vixen observa a la joven, antes de que pudiera escuchar una risita detrás de ella. Gira la cabeza para ver a los dos tributos del Distrito Dos, y los que deben haber sido los Distrito Uno y Cuatro. Ella los mira con los ojos entrecerrados, antes de que sus dedos se envuelvan alrededor del mango de otra hacha. Ella les sonríe, antes de lanzar el hacha de nuevo, clavándola en la cabeza.

Vio como los Profesionales ponían los ojos en blanco y se alejaban. Vixen deja escapar un suspiro feliz, antes de pasar a su siguiente estación, con la esperanza de enojarlos aún más.