BLOOD SPORT ━━ finnick odair ✓

forty-nine.

49. | te eligieron a ti

El grupo había viajado por las alcantarillas durante lo que pareció una eternidad. Vixen se quedó muy cerca de Finnick y Peeta, necesitándolos a ambos cerca de ella para evitar volverse completamente loca. Apretó la mandíbula mientras seguía detrás de Aidan, a quien solo quería golpear con su katana. Finnick la vigilaba de cerca, sabiendo que si al menos le quitaba los ojos de encima por una fracción de segundo, haría lo que había querido hacer desde que comenzó la misión. Y eso sería matar a Aidan de la peor forma imaginable.

Mientras avanzaban por un pasaje estrecho, una ola de vapor entró en el túnel, provocando que todo el equipo jadeara y golpeara la cubierta. Katniss todavía estaba en el frente con Pollux, y después del vapor y la calma, Jackson tomó la iniciativa para asegurarse de que el pelotón estaba bien.

—¿Todos bien? —Jackson cuestionó.

—Dios, odio las alcantarillas —murmuró Vixen, y pudo escuchar a Finnick soltar una pequeña risa a su lado.

—¡Sí! —Katniss gritó desde el frente después de unos segundos, lo que hizo que el pelotón se levantara y continuara su camino.

El pelotón caminó lo que parecieron kilómetros a través de las alcantarillas, y en un momento, el agua les llegaba al pecho. Peeta tuvo que mantener sus esposas por encima del agua, de lo contrario, se habría electrocutado, al igual que el resto del grupo. Vixen se quedó a su lado, mientras Finnick caminaba detrás de ellos dos, encendiendo su linterna.

Cuando salieron de la marea alta, Vixen dejó escapar un suspiro de alivio. Peeta la miró y él simplemente negó con la cabeza, y Finnick se rio de nuevo. Aidan miró por encima del hombro a los tres antes de volverse hacia el grupo que tenía delante. El pitido del Holo continuó resonando en las paredes mientras seguían su camino hasta que Jackson fue la que habló de nuevo.

—Está bien, vamos a parar un rato y a descansar un poco, ¿no? —Jackson se dirige a ellos cuando se detienen frente a una abertura en la pared. Todos empezaron a trepar al interior de la habitación, empezando por la mismísima Sinsajo—. Tomaré la primera guardia.