BLOOD SPORT ━━ finnick odair ✓

thirty-five.

35. | camino a la justicia

Vixen no esperaba que los tres fueran sacados de sus celdas y llevados a un área de preparación. Se sorprendió cuando un equipo de maquillaje estuvo allí para que los tres se vieran presentables. Finalmente la dejaron salir de su jaula con Johanna y Peeta, y no pudo evitar correr hacia ellos y llevarlos a ambos a su propio abrazo individual. Los dos se apresuraron a devolverle el abrazo, sabiendo que no pasaría mucho tiempo hasta que sus equipos de preparación los apartarían y comenzarían a esculpirlos en algo que no eran.

Sentada frente a un tocador, vio cómo la maquilladora hacía desaparecer sus moretones y creaba la ilusión de que no la estaban abusando. Pero que estaba tan ilesa como en la seguridad de su propia casa de la aldea de los vencedores en el Distrito Nueve. Miró por encima del hombro para ver que también estaban arreglando a Johanna y Peeta. Ellos colocan una peluca rubia sobre la calva de Johanna. Se muerde el labio inferior mientras la maquilladora terminaba en su rostro, antes de llevarla a sus pies.

Llevaron a Vixen hacia un carro de ropa blanca pura. Ella mira a Peeta y Johanna, viendo como el líder del equipo de preparación elige su atuendo para ellos. Cuando Vixen miró de nuevo al perchero, el líder de su equipo de preparación ya había tomado un vestido sin hombros con mangas de encaje, con una pieza abstracta en la parte delantera. Ella deja escapar un suspiro mientras la mujer la arrastra hacia un vestuario, obligándola a ponerse el vestido ajustado.

Dolía ponérselo, con las pocas costillas magulladas que tenía. Pero a los diseñadores no les importó eso. No les importaba que la golpearan a ella y a sus amigos hasta la muerte. Simplemente estaban haciendo lo que el presidente Snow les había ordenado. No importa si le causaba daño al vencedor. Vixen siseó a la diseñadora mientras ajustaba el vestido, e incluso se encontró dándole un codazo en la cara. La diseñadora trató de llevar a Vixen de regreso a donde estaba, pero la chica trató de escapar. Trató de correr.

Pero eso solo hizo que los agentes de la paz que estaban allí la atraparan y la arrojaran de nuevo a las manos de su diseñadora. Vixen trató de no luchar más contra la mujer, solo sabiendo que doblarían la cantidad de tortura de la que usualmente usarían en ella. Así que se mordió la lengua, evitando que la mataran en su próxima sesión.