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eleven.

11. | el tipo de perros que no quieres acariciar

Dos cañones habían disparado cuando Flint sacó a Vixen de la casa y la llevó a las calles fuera del edificio en el que se encontraban. Vixen mira alrededor del área, observando como algo pasa corriendo a través de la oscuridad. Vixen mira a Flint, que estaba haciendo lo mismo que ella. Los sonidos de los aullidos del muto resonaron en la arena y un escalofrío recorrió la espalda de Vixen. Ella aprieta su puño alrededor de su katana, hasta que pudo escuchar un eco de un grito desgarrador.

Ella comienza a correr en la dirección del grito, con Flint gritándole que se vuelva. Pero ella lo ignoró mientras corría hacia él, queriendo saber exactamente a qué se enfrentaba. Qué grande, qué feo y qué sediento de sangre sería el muto. Pero cuando da la vuelta a una esquina, se encuentra cara a cara con dos mutos que hacen trizas a la chica del Distrito Diez, Raquel.

Flint se detiene a su lado y observan cómo los mutos continúan trabajando en ella. Pero entonces uno de ellos los mira y hace un ruido, antes de que ambos los miren. Flint la agarra del brazo de nuevo, arrastrándola con él mientras avanzan por la calle. Podían escuchar al menos dos cañones más dispararse, seguidos por un sonido hueco.

Pero mientras corren, la chica del Distrito Tres, Isobel, tira a Vixen al suelo. Los dos ruedan por el suelo mientras Vixen intenta apoderarse de ella. Ella escarba en su chaleco de cuchillos, buscando la daga correcta y cuando saca una, corta el cuello de la chica. Ella mira hacia arriba al sonido de gruñidos, viendo a Flint luchando contra la chica del Distrito Doce, Daisy. Ella observa cómo usa su espada para cortar el pecho de la chica. Cuando la acaba, mira a Vixen y la levanta del suelo.

Detrás de ellos, tres mutos se dirigen hacia ellos. Vixen aprieta la mandíbula mientras gira su katana, lista para luchar si es necesario. Pero Flint simplemente la agarra y tira de ella de nuevo. Ella estaba empezando a ponerse furiosa porque él no le permitía divertirse como ella quería. Quería al menos intentar eliminar a uno de los mutos, pero Flint estaba siendo un aguafiestas y no se lo permitía.

Él la lleva hacia una de las casas y salta a uno de los autos golpeados y la levanta con él. Los mutos rodean el vehículo mientras Flint corre hacia el techo y salta sobre él. Pero mientras Vixen lo sigue, uno de los mutos le corta el costado y lo abre. Vixen deja escapar un grito cuando sus garras dejan su piel y Flint rápidamente la levanta.

La empuja hacia el centro del techo, mirando hacia abajo a su lado, viendo como la sangre comenzaba a acumularse. Él se arranca parte de la camisa y se la aplica a la herida, antes de tirar la mochila de sus hombros. Vixen mira a los MUTTS, observando cómo mueven la cabeza hacia un lado y salen corriendo tras otro tributo.

Ella mira a Flint, mirando mientras saca un rollo de vendas de su mochila. Él alcanza su camiseta, a punto de levantarla, pero ella le aparta la mano de un golpe. Flint soltó una pequeña risa, antes de mirarla.

—¿Tienes miedo de mostrarme un poco de piel, Vix? —Flint le pregunta y ella lo mira—. Solo déjame vendar tu herida, antes de que realmente te desangres. Y entonces no podrás seguir adelante con tu pequeña misión.

Ella deja escapar un suspiro cuando él le levanta la camiseta y comienza a colocarle el vendaje en el costado. Ella inhala cuando sus dedos rozan su piel y comienza a abofetearse mentalmente por dejar que él la ayude. Ella lo mira, observando cómo trabaja, mirando a través de su largo cabello rubio. Después de unos minutos, él terminó de vendarla y ella se empujó para descansar contra sus codos. Mira fijamente al frente de ella, escuchando como suena un cañón más, antes de que el himno resuene en la Arena; destellando los rostros de los muertos en el cielo.

El chico del Distrito Uno: Nik Golden.

La chica del Distrito Tres: Isobel.

La chica del Distrito Seis: Tina.

La chica del Distrito Siete: Rose.

La chica del Distrito Diez: Raquel.

La chica del Distrito Doce: Daisy.

—Parece que estamos entre los seis finalistas —Flint señala y Vixen asiente.

—Me sorprende que uno de los Profesionales haya muerto. Eso es bastante sorprendente —afirma Vixen.

—Tal vez los otros profesionales se estaban cansando de él, así que lo echaron a los mutos para que pudieran salir vivos —Flint sugiere y Vixen asiente con la cabeza—. Deberías descansar un poco.

—¿Para que puedas cortarme la garganta mientras duermo? —Vixen le pregunta y Flint pone los ojos en blanco.

—No voy a matarte. Sólo vete a dormir. Te despierto si pasa algo importante —Flint le dice y ella le da una mirada. Flint le da un ligero empujón y ella pone los ojos en blanco. Se acuesta boca arriba y mira hacia el cielo.

—SI tocas mi katana, te apuñalaré —Vixen lo amenaza.

—Solo vete a la cama —Flint le dice. Vixen inhala profundamente, antes de permitirse dormirse.