Corría como alma que lleva el diablo, forzando sus piernas a más no poder hasta llegar a las puertas de la agencia. Ignoró el saludo de todos, subió al ascensor y presionó el numero 10 con desesperación.
—¡vamos, vamos! —murmuró.
Cuando el alta voz avisó la llegada al décimo piso volvió a correr hasta su camerino. Dio un portazo y se apoyó en la puerta, tratando de recuperar el aliento. Sus piernas y manos temblaban, su frente tenía una fina capa de sudor y su corazón martillaba con fuerza en su pecho.
Una vez calmado, la realidad lo golpeó como si le tiraran un balde de agua helada a la cara. Caminó en círculos, jalando su cabello mientras miles de preguntas invadían su mente.
¿Qué hacía él aquí? ¿Cómo lo había encontrado? Y lo peor de todo ¿cómo iba a enfrentarlo? ¿Cómo le explicaría lo que había pasado?
No, definitivamente no se sentía preparado para enfrentarlo. Sabía que en algún momento esto pasaría pero no ahora, no estaba listo aún.
Se sentó en el suelo derrotado, sintiendo un nudo en la garganta y sin poder evitarlo, las lágrimas comenzaron a salir. Su pecho dolía y su cuerpo temblaba por los sollozos. Tanto tiempo guardó esos sentimientos en lo más profundo de su corazón que, hasta creyó haber olvidado todo pero no, todo se sentía igual a como la primera vez que lo vio.
¡Por la mierda!
Todavía se sentía en shock y más sabiendo, comprobando, lo bien que le habían sentado los años a ese hombre. Ya no era ese flacucho con rostro tierno, claro que no, ahora era mucho mejor. Se notaba que se ejercitaba y sus facciones eran más duras.
—¡Jiminnie! —gritó Tae, asustando al pelinegro al abrir la puerta de una patada, haciendo que ésta se estrellara contra la pared. Su gran sonrisa cuadrada decayó al ver a su amigo acurrucado en una esquina —Jimin ¿qué pasó? —se agachó, tomado sus manos.
—Tae —sus voz estaba ahogada —él me encontró.
●●●
Yoongi ni siquiera se dio cuanta de cómo llegó al edificio, simplemente ingresó y buscó a su hermana.
—la señorita Dayeong esta en el piso 8 —le informó una chica.
Luego de agradecer, siguió con su búsqueda encontrando a la mayor en el sector de estilistas donde varias modelos estaba sentadas frente a grandes espejos mientras las maquillaban y otras se probaban la ropa que debía modelar.
—Dayeong —la llamó.
—oh Yoongi —giró a él —gracias —tomó el café con su nombre y volvió a ver a las modelos.
—Dayeong —repitió —acabo de ver a Jimin.
La mayor volvió a girar, totalmente impactada soltó el vaso y derramó el café. La sala entera quedó en silencio y las miradas se dirigieron a los hermanos —por favor limpien esto —le pidió a una asistente.
—lo vi noona, te juro que lo vi —su voz se quebró y comenzó a sollozar. Sintió los brazos de su hermana rodearlo y conducirlo hacia un salón donde estaban solos—yo lo vi Dayeong, tienes que creerme —insistió con la garganta apretada y su cara enrojecida a la vez que su respiración se agitaba. Comenzó a hiperventilar con desesperación.
—Yoongi —tomó sus hombros y lo obligó a sentarse —cálmate, cielo —acarició su espalda en círculos —respira hondo conmigo ¿si? reten el aire y suéltalo.
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El Tiempo Que Me Debes (EN PAUSA)
RomanceYoongi viaja a Venecia acompañado de sus hermanos para despejar su mente ya que se la pasa trabajando todo el tiempo. Jamás en su vida creyó que el primer día, caminando por las pintorescas calles chocaría con Park Jimin, quien fue su primer amor y...