Tres golpes en la puerta lograron hacerlo entrar en pánico, cubrió su boca con una mano y esperó al siguiente movimiento.
—Señor Park, somos cosa uno y cosa dos. La señora Min nos a enviado a recogerlo.
Jimin se levantó de un salto y abrió la puerta. Los hombres del otro lado eran similares a un ropero, tan altos y anchos que se sintió intimidado.
Uno de ellos, el de piel canela tomó una radio pegada a su pecho y apretó un botón —Johnson ¿me copias?.
—te copio Christian.
—tenemos al señor Park, avísale a la señora Min que ya estamos por volver.
—perfecto, la camioneta negra los espera en el garaje.
—copiado.
Al salir del baño notó que la sala estaba bien ordenada, tal cual la había dejado y aunque había silencio, algo en el ambiente lo mantenía alerta. Pasó el living mirando hacia todos lados, buscando cuál era el motivo que ponía sus nervios de punta cuando el ruido de algo atravesando el vidrio lo asustó y el guardia delante suyo recibió un impacto de bala.
Gritó horrorizado y cubrió su cabeza con ambas manos a la vez que se agachaba. Pequeñas lágrimas amenazaron con salir al pensar un instante en que no volvería a ver a su hijo y al amor de su vida pero se negaba a rendirse. El guardia detrás suyo lo cubrió con su cuerpo y comenzó a disparar hacia el ventanal hasta que se rompió del todo y el estruendo retumbó por toda la sala.
Los tres avanzaron con lentitud agazapados hasta la puerta. Los disparos no sesaron en ningún momento pero por suerte no lograron herir a nadie más y cuando llegaron a la salida de emergencia pudieron recuperar el aliento.
Con rapidez bajaron las escaleras y al llegar al garaje las piernas de Jimin temblaban como gelatina. Sentía que en cualquier comentó caería.
Gracias al cielo lograron visualizar la camioneta negra pero cuando intentaron subirse disparos de todos lados amenazaron con lastimarlos. De un empujón entró al vehículo y cuando las puertas se cerraron luego de subir todos, arrancaron a toda velocidad.
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Gracias al día caluroso que les había tocado, el paseo en lancha había sido maravilloso sin embargo no lograron pescar muchos peces pero apresar de eso los seis se habían divertido muchísimo.
Al principio Yeonjun estaba callado y pegado a Jihyun. La preocupación de Yoongi se hizo presente al sentir empatía por el pequeño ya que cuando él tenía su edad también era así, le costaba socializar y era demasiado tímido.
Poco a poco logró distraerlo y con ayuda de Lía, los tres pequeños comenzaron a jugar a ver quien pescaba más peces. Cuando el sol se estaba escondiendo, los seis ya estaban en el muelle acomodando sus cosas en los autos.
Los tres menores estaba jugando mientras Jihyun ayudaba a Jin a enganchar la lancha en su camioneta y Yoongi terminaba de guardar sus cosas en el baúl del auto cuando su celular sonó justo que bajaba la puerta.
—madre —dijo al atender.
—Yoongi necesito que vengas ya mismo a mi casa.
Su cuerpo entero se congelo ante la idea de que algo grave haya pasado —¿qué paso?
—es Jungkook, tengo la sospecha de que su padre lo amenazó con algo para que vaya a su encuentro.
—de acuerdo —suspiró nervioso —en quince minutos estoy allá —dijo revisando la hora en su reloj y luego ambos colgaron.
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El Tiempo Que Me Debes (EN PAUSA)
RomansYoongi viaja a Venecia acompañado de sus hermanos para despejar su mente ya que se la pasa trabajando todo el tiempo. Jamás en su vida creyó que el primer día, caminando por las pintorescas calles chocaría con Park Jimin, quien fue su primer amor y...