C A P I T U L O 11

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Le envió un mensaje a Taehyung de que ya había llegado cuando el taxi se detuvo frente a la mansión de Dayeong, dio su nombre y las rejas se abrieron. El auto avanzó hasta la entrada y Jimin se bajó luego de pagar.

Las manos le sudaban y temblaban demasiado. No entendía por qué se sentía así, si solo sería una cena familiar. Comería, saludaría a todos y regresaría a su hogar. Todo muy fácil, sencillo y rápido.

Respirando hondo comenzando a subir por los escalones de mármol blanco, hacia la puerta de madera. Toco tres veces y mientras esperaba observo la mansión. Era gigantesca, con ventanales altos y toda blanca. Se notaba que cuidaban los jardines y que la mantenían muy bien.

—¡pequeño Minnie! —dijo Dayeong al abrir la puerta y abrazó a Jimin —te ves tan hermoso —halagó.

—hola Dayeong noona —habló un poco tímido y avergonzado —gracias, usted también se ve bien.

—llegaste bien —Tae salió también, abrazando a su amigo.

Los tres ingresaron a la casa y la mayor los condujo al gran comedor —justo nos estábamos sentando a comer —informó.

Jimin comenzó a temblar demasiado y el peligris al notarlo tomó su mano, dándole un apretón como apoyo —tranquilo, aquí estoy Minnie —susurró solo para él.

Asintiendo volvió a respirar hondo, tratando de calmarse antes de que la castaña abriera las puertas y carraspeara, llamando la atención de los presentes —ahora sí estamos todos —sonrió, aplaudiendo con alegría.

Un gran silencio se formó en la sala.

—Dayeong, dijiste que sólo vendría tu familia —susurró el pelinegro —creí que serian tus hermanos y nosotros —dijo refiriéndose a él y Tae.

Apretando los labios, lo miró con inocencia —también se sumaron un par de amigos.

El primero en reaccionar fue Baekhyun, se levantó de golpe —Jimin —dijo casi sin aliento —¿eres tu? —cuestionó acercándose con cautela.

El segundo en levantarse fue Seokjin —¡oh por dios! —llevó ambas manos a su boca —¿qué esta pasando? ¿Acaso es un holograma? ¿O realmente estás vivo?

—buenas noches —sonrió haciendo una reverencia.

Hoseok fue el siguiente en hablar —¿estoy soñando? ¿Soy el único que está viendo un fantasma? Tal ves la bebida tiene algo y estoy alucinando —miró su copa y luego buscó a Yoongi con la mirada, encontrándolo demasiado tranquilo a su parecer. Levantó una ceja dudoso, después hablaría con su amigo.

—es un sueño colectivo —dedujo Namjoon —o todos estamos drogados —susurró.

—¿cómo? —Jin se acercó al pelinegro —¿por qué? ¿Cuándo? ¿Qué está pasando? —comenzó a hiperventilar y el color abandonó su rostro.

—¡Jin! —Nam se levantó alarmado y tomó a su pareja antes de que cayera —por favor, alguien traiga alcohol —abanicó la cara de su amado con una mano.

—¡papi! —dijo una pequeña, corriendo hacia él —¿papi está bien?

Sí, Namjoon y Seokjin había tenido una hermosa niña que ahora tenía cuatro años. También tenían un niño de un año y tres mese, ambos infantes miraban a sus padres preocupados.

—¿qué le pasa a papi Jin? —siguió cuestionando la menor.

—tranquila amor —Nam le sonrió —solo se le bajó la presión —informó justo cuando llegaba Seojoon con una caja de primeros auxilios. Mojaron un algodón en alcohol y lo pasaron por la nariz del rubio, logrando hacer que reaccione.

El Tiempo Que Me Debes (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora