C A P I T U L O 29

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Una sonrisa triste se dibujó en su rostro —me hubiera encantado estar contigo en ese momento y ver como crecía tu vientre, sentir las primeras pataditas, ayudar a Yeonjun en sus primeros pasos y escuchar que me llame papá —dijo distraído mientras acariciaba el cabello negro del niño.

—lamento hacerte perder todo eso —respondió melancólico —no podía decirte y cuando me encontraste no quise contarte sobre él porque no sabía como reaccionarias.

Su corazón se estrujó de ternura al ver el puchero que había formado, rodeó al pelinegro con un brazo y lo acercó a su cuerpo, besando su sien para calmarlo —no te preocupes...

—creí que si te lo decía desde un principio me odiarías y me quitarías Yeonjun —trató inultamente de limpiar sus lágrimas con las manos.

—jamás te odiarla —murmuró, dejando besitos por todo su rostro —puede que me enojara pero nunca pensaría en quitarle su padre a Yeonjun, no soy esa clase de personas.

Jimin se acurrucó a su lado, enterrando su nariz en el cuello pálido y aspirando su aroma mientras se calmaba. Yeonjun estaba sentado en las piernas de Yoongi, con la espalda pegada a su pecho y entretenido viendo una película animada. Después de comer se había acurrucado con el castaño, extrañamente sentía su pechito cálido cuando estaba en los brazos de ese hombre.

Cuando el pelinegro logró calmarse, limpió su cara y revisó su celular —¡ya es muy tarde! —dijo al ver la hora deberíamos volver a casa gatito -habló hacia su hijo.

—¡nooo! —dijeron a coro los dos —por favor, quédense esta noche —suplicó el castaño, haciendo un puchero tierno y ojitos de cachorro.

El pelinegro levantó una ceja dudoso —qué dices gatito ¿quieres que nos quedemos?

—¡si! —contestó levantando los brazos —¡nos quedemos con Yoonnie!

—muy bien, entonces vamos a prepararnos todos para dormir —les ordenó y tomó su celular para avisarle a su madre que no regresarían a su casa.

—ven campeón —el castaño se levantó y cargó a su hijo —vamos a cambiarnos.

Siguió a Jimin hasta su dormitorio donde había un bolso color azul de donde sacó un enterito verde con dibujos de conejitos y lo dejó sobre la cama. Yoongi sentó a Yeonjun junto al bolso y este buscó algo en uno de los bolsillos.

Cuando encontró su chupete se lo mostró al mayor —¿ese es tu chupete? —asintió —es muy lindo —tomó el objeto, analizándolo de más cerca. Tenía dibujos de abejitas en la tira y un prensa que se engancha en la ropa.

—te lo esta prestando —le comentó Jimin, muriendo de ternura.

El mayor negó con las manos y la cabeza, con una sonrisa nerviosa —gracias pero no lo necesito —acercó el chupete a la boca de su hijo y este lo tomó al instante —¿por qué me lo dio?

—cuando él llora, yo le doy su chupete por lo que cuando ve a alguien llorando quiere hacer lo mismo.

Yoongi sintió que estaba a punto de volver a llorar, su bebé era una ternurita.

—ahora vas a cambiarlo.

—¿yo? —se apuntó —pero no se hacerlo —susurró asustado.

—primero debes sacarle su ropa, con cuidado —indicó y el mayor con las manos temblorosas fue desvistiendo poco a poco a su hijo —acuéstate gatito —le pidió al pequeño y Yoongi prosiguió a quitar sus pantaloncitos —no te pediré que le cambies el pañal porque es un nivel más avanzado —rio entre dientes mientras acariciaba los cabellos del bebé.

El Tiempo Que Me Debes (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora