C A P I T U L O 7

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(Canción en multimedia: Natalie Taylor -Surrender)

Continuando en el pasado…

No sabía cuántas horas llevaba así, con su cabeza y pecho en la tumba. El césped le hacía cosquillas en la mejilla pero no le importaba. Ni siquiera sabía cuando dejó de llorar y solo se quedó quieto, con la mirada perdida y una expresión melancólica.

Hoseok, Seokjin y Namjoon llegaron juntos. Portaban flores y floreros para la lápida además de una expresión triste.

—hola chicos —los saludó Dayeong.

—hola —dijeron a coro.

Jin fue el primero en acercarse a Yoongi, dejó el ramo de flores junto a la placa y lo acarició, llamado su atención —lo lamento mucho Yoon —dijo sincero, conteniendo su propio llanto.

A él también le dolía la pérdida. Jimin era su vecino desde la adolescencia, se mudó a su lado cuando él tenia veinte años y el menor dieciséis. Aunque la diferencia de edad era grande, no impidió que ellos se llevaran bien durante tantos años. Eran mejores amigos, casi hermanos.

Yoongi no dijo nada, solo abrazo a Jin para descargar el dolor juntos.

—me pareció raro no verlos en el hospital —habló Nam, viendo la tumba.

—¿qué paso? —Dayeong se acercó al rubio —el celular de Yoon se rompió y el mío se quedó sin batería, además estábamos en la fiesta de madre y nos distrajimos.

—anoche un auto lo chocó —comenzó con la historia —la mamá de Jimin llamo a Jin y él me pidió que lo llevara. Cuando llegamos nos dijo que había llamado a su casa y habló con su madre —todos escuchaban atentos.

—¿qué? —Yoongi se levantó —¿La señora Park llamó a la casa de madre?

—si, dijo que habló con tu madre —suspiró —en el hospital no nos dejaron ver a Jimin, solo pudo entrar su madre y su hermano para despedirse. Ambos dijeron que él estaba muy mal, muy golpeado y lleno de cables —siguió contando —al llegar la mañana nos avisaron que su cuerpo no había podido resistir y… —bajo la cabeza, limpiando algunas lágrimas.

—yo me enteré esta mañana —se sumó Hoseok —Nam me contó lo que paso e intente comunicarme contigo —miró al castaño —pero no contestabas.

Desconcertado, Yoongi dio un paso hacia atrás y miró la lápida. Ella lo sabía y no le dijo nada ¿tan cruel podía ser una madre con su hijo? ¿Por qué le hacía esto?

Cayó de rodillas, totalmente roto en llanto mientras acariciaba las letras —perdóname —murmuró con la voz ahogada —perdóname por no estar contigo hasta último momento —sollozo con fuerza —perdóname por no llegar a tiempo.

Se sentía impotente, quería romper todo a su paso y descargar su furia. Si tan solo él hubiera recibido esa llamada podría haberlo visto una última vez, hacerle compañía en el hospital, abrazarlo, besarlo y decirle lo mucho que lo amaba pero, ya era tarde. Ahora solo tenía los recuerdos y una tumba.

Lloró con la esperanza de que todo fuera una pesadilla, que Jimin aparecería y lo abrazaría como siempre, diciendo que todo iba a estar bien.

Pero nunca pasó.

Tres meses después…

Entró a su departamento con dificultad, llevaba en su mano derecha una botella de vodka barato y caminaba tambaleándose. Todo a su alrededor daba vueltas, por lo cual no vio la pared a su lado, chocando con esta. Una risita tonta salió de sus labios y le pidió disculpas a lo que sea con lo que se había chocado. Miró la botella casi vacía y de un trago se bebió todo, lanzando el envase hacia el sillón de la sala.

El Tiempo Que Me Debes (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora