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Dia 6

"Stolas está extraño, todo esto no es como lo imaginaba. Capaz es porque creí que el estaría acosándome y no podría hacer nada en contra ello, pero viendo todo lo que esta pasando... Es raro"
El imp estaba acostado en su cama mirando el techo, le estaba pasando algo que jamás creyó que le sucedería. Quería convencerse de que todo era una mala jugada de su cabeza, pero mientras más pensaba, más descartaba la idea.

¿Acaso Stolas en serio quiere enamorarlo? Cuando escucho el trato creyó que era una simple escusa para acostarse con el muchos días seguidos, pero pensándolo bien no tendría lógica. ¿De que beneficiaria al búho coger por un mes y luego tenerlo que dejarlo ir? Espera, ¿Por qué le importaría al príncipe dejarlo ir?

 
—Aaah — se quejo—, mierda, pensar esto me está frustrando. Debo de distraerme.

Rápidamente agarro su celular y marco al número de su empleado.

—¿Señor?

—Hola Mox, ¿Qué haces?

—Son las dos de la madrugada ¿Qué cree que estoy haciendo?

—No sé, ¿follando?

—No vuelva a llamar si no es nada importante —le aclaro molesto —espero que hoy no tarde en venir a recogernos.

—JA jamás llegué tarde.

—No pienso discutir ahora sobre ese tema. Duérmase, Adiós —se despidió acabando con la llamada.

—Mox no me ayudaste en nada —Blitzo volvió a quejarse y decidió acostarse para abrazar sus caballos.

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Al igual que el anterior día tenía que ir al palacio para la merienda y eso significaba terminar su trabajo lo más rápido posible, pedirle a Millie que conduzca su auto y mentirles con que va ir a buscar caballos o ver una tienda. 

A veces él mismo se cuestionaba porque no solo les decía lo que hacía con Stolas, pero luego por su mente pasaba todo los recuerdos de las veces que lo molestaron con que el príncipe era su "novio". Debía acabar con el asunto solo.

El día había pasado rápido, por suerte no había sucedido nada de que preocuparse.
Iba donde su realeza con su típica ropa, caminar era agotador así que termino por pedir un taxi. Al llegar solo se quedó mirando el gran lugar, se preguntaba como Stolas esperaba no sentirse solo con tremendo castillo que tenía.

—Muy bien Blitzo, llegaste, solo vas a entrar y pedir lo que quieras— se hablo a si mismo—. Estos días el idiota no hizo nada pervertido así que no creo que hoy se la excepción, pero si por alguna razón se nos lanza ya sabemos, a darle duro. 

Se encamino hasta donde debería estar la terraza del búho, al llegar solo pudo mirar lo lejos que le quedaba. El hogar de Stolas era un belleza ante sus ojos, todo era tan costoso, tan delicado, los detalles, las habitaciones, la estructura, los colores, el lugar y la vista que le daba este, poder vivir en un sitio así era el sueño de muchos. 

En un par de minutos ya se encontraba llegando a la terraza, para ese punto ya se encontraba cansado y solo jadeaba, sus sonidos llamaron la atención del príncipe, quien emocionado fue a verlo. 

—¡Blitzy! —lo nombró y se acercó a él—, te vez cansado, ¿qué tal si mejor entras?

—Sí, ah Stolas quiero queso.

—Jaja y lo obtendrás mi pequeño, ahora lo pido.

Lo mejor de merendar con Stolas era que mientras pudiera lo mimaba, le daba la bebida que quería y era lo mismo con la comida. Blitzo amaba ese tipo de atención y beneficio.

Solo 30 días - StolitzøDonde viven las historias. Descúbrelo ahora