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Día 25

"—Yo...eh, lo que quiero decir...e-es es que me gustaría que te quedaras —dijo el búho nervioso y apenado.

—¿Es una orden o pregunta? —pregunto el imp con indiferencia.

—Pregunta.

—Entonces no me quedare, nos vemos mañana.

—Está bien, adiós Blitzy

—Adiós"

Las cosas el anterior día no habían terminado bien, ambos lo sabían. Pero como siempre ambos actuaron de diferente forma. Blitzo acostumbrado a ignorar los problemas solo se acostó en su cama abrazando un peluche, mientras Stolas había tenido una noche complicada donde el sueño no cedía.

Se notaba que no se encontraba bien, sus plumas lo delataban. Y sus acciones también, eso es lo que pensaba Blitzo en estos momentos. Él al llegar al palacio actuó como si todo lo que paso la última noche no hubiera ocurrido, después de todo no hacerlo solo generaría incomodidad. Pero parecía que el príncipe le restregaba en la cara que si había pasado.

Y ¿cómo hacia esto? Simple, intentando complacerlo en todo y prepararle una sorpresa. En este momento Blitzo se encontraba parado mirando sorprendido lo que agarraba el príncipe entre sus manos con una gran sonrisa.

—Un mini pastel de caballo, ¿es en serio? —dijo el imp intentando contener su emoción.

—Sé que los adoras, creí que sería un lindo detalle, ¿no crees? —respondió el príncipe sonriente. Mientras le dedicaba una mirada de cariño. 

—Sí, aja —Blitzo respondió con indiferencia.

¿Al imp le gustaba? No, ¡Le encantaba! Dentro suyo la emoción que tenía era mucha. Tanta que mientras se hacia el desinteresado no pudo sacar una ligera sonrisa.

El pequeño pastel, pero suficiente para Blitzo, era de un caballo marrón con una gran sonrisa junto a un sombrero rojo con pequeños cuernos de los imps. Totalmente tierno y encantador.

Sin poder evitarlo el imp lo tomo entre sus manos y le arranco un cuerno y se lo comió. No sabía de qué estaba hecho, pero le había encantado el sabor al punto que sus ojos brillaron.

—Delicioso —dijo con una gran sonrisa.

Stolas al verlo así su sonrisa paso de una nerviosa y forzada a una verdadera, realmente adoraba tener así a Blitzo. Después de pasar casi toda la noche pensando una y otra vez que lo había arruinado sintiendo una pesadez en su corazón, por fin, había conseguido paz.

Sabía que ese momento no cambiaría las cosas para él de forma significativa, pero si podían continuar como iban antes bastaba. Después de todo, comenzaba a extrañar los abrazos y besos que estuvo recibiendo del imp estos últimos días. No podía aceptar que eso no significaban nada, se negaba a creerlo. Pero no era momento de tratar ese tema, si podía hacer que él imp pasara un buen día con él bastaba.

—¿Quieres llevarlo? Tenía pensado también llevar algunas cosas para comer, ya sabes como un picnic —le explico emocionado.

—Ah claro, es una buena idea —le respondió volviendo a tomarle atención.

"¿Por qué no puedes dejar de lucir tan lindo?"

Pensó el imp al ver desde abajo al príncipe sonriéndole, con esa misma sonrisa que le dedicaba cada vez que se encontraban, con esos ojos rojos brillantes y grandes que parecían querer atravesar su corazón con su belleza. Se preguntaba cómo podía lucir tan magnifico todo el tiempo, pero la verdadera pregunta era ¿por qué seguía pensando en eso?

Solo 30 días - StolitzøDonde viven las historias. Descúbrelo ahora