Solo 30 días - Stolitzø

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Día 20

10:00A.M

— No puede ser, no puede ser —. Hablo el pequeño imp mientras daba vueltas por la sala de reuniones.

— Moxxie cariño, cálmate —. Le hablo a su esposo poniendo una mano en su hombro.

— ¡El jefe no se toma nada en serio! ayer nos fue horrible por culpa suya y hoy no aparece —. Dijo angustiado.

—Debe de tener algo más importante que hacer.

— Lo dudo, esto no puede seguir así. No quiero meterme en su vida para saber que hace, pero...

— ¿Pero?

— Pero, estoy pensando a considerarlo — hablo pensando en la situación, para luego suspirar y preguntarle a Loona—, ¿sabes dónde puede estar?

— No lo sé —. Le mintió mostrándose desinteresada.

— Okey, creo que no queda otra que volver a intentar llamarlo, ¿capaz responda? —. Dijo Millie intentando calmar la situación.

En otro lado, en el palacio de Stolas Ars Goetia en su habitación para ser exactos, se encontraba el príncipe y un imp durmiendo tranquilos en una gran cama. El búho se encontraba abrazando al más pequeño y este se aferraba a su pecho, era una mañana tranquila y fresca para ambos, además que ninguno de los empleados decidió despertarlos.

Su única molestia en ese momento era el celular del Blitzo, el cual cada cierto momento sonaba, pero el imp lograba apagarlo medio dormido como si de su alarma se tratase. Aunque no quisiera poco a poco se estaba despertando y varios recuerdos de la noche le llegaban.

"
— Ah ya me cansé, todas estas películas fueron basura. No se cómo creían que esto daría miedo —. Dijo acostándose en la gran cama.

— No lo sé, para serte sincero también me decepcionó —. Respondió el búho acostándose a su lado.

— Igual podríamos hacer algo divertido — dijo Blitzo para rápidamente ponerse arriba del príncipe.

— ¡¿Blitzy?! —. Stolas grito sonrojado y confundido.

— Oh vamos~ ¿me vas a decir que no tienes ganas? —. Le hablo coqueto mientras iba quitándole la ropa.

— Eh bueno, y-yo — antes de que pudiera terminar de responder sintió una mordida— OH~ Blitzy ~

"

BEP BEP BEP BE-

El sonido dejo de escucharse cuando Blitzo respondió la llamada ya harto del sonido.

—¡¿Qué diablos quieres?! — respondió enojado.

— ¡Por fin, por Satán! Señor, ¿dónde está? ¿recuerda que hoy tenemos que trabajar?

— Ah, estuve ocupado...— respondió mirando al búho durmiendo.

— Ajá, dígame, ¿sabe la hora?

—¿9:00A.M?

— No, son las diez. ¿Le parece que yo y Millie nos encarguemos por completo del pedido?

—Justo hoy soñé que te dejaba un pedido desde 0 y te perdías una semana con Millie y matabas a no sé quién, pero te equivocabas—explico bostezando—, de todas formas, no pude agendar nada.

—Señor, ¿cómo es posible que no tenga nada preparado para hoy? ¿No vamos a trabajar sino aparece ningún cliente hoy? ¡¿De qué nos sirve poder hacer reservas si usted no anota ninguna?!