Baby I got issues, but I love myself.
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Miré a mi lado en la cama, él seguía profundamente dormido.
Suspiré y me quité las sábanas de encima. Me enfunde en mi bata negra de satén y caminé hasta el balcón que estaba en la sala.
De camino me serví una copa de vino rosado y encendí un cigarrillo.
Apoyé mis ante brazos en la barandilla que me separaba del vacío y expulsé el humo lentamente por la boca.
—Qué día de mierda— murmuré de mal humor, mirando como el sol se escondía lentamente en el cielo que ya se había tornado naranja.
Se suponía que hoy mi madre iba a cumplir 50 años.
Estaremos bien.
Seguro que sí.
Me bebí todo el vino de un solo trago y apague el cigarro a la mitad, tirándolo dentro de la copa vacía.
Me quedé ahí un tiempo más, observando como el sol se escondía.
Cuando ya las estrellas bailaban en el cielo completamente oscuro, unos grandes brazos me tomaron por detrás, abrazándome por la cintura.
—Me desperté y no estabas. ¿Te encuentras bien?
—Miren a Jughead Jones, el jefe de la mafia, preocupándose por alguien más que no sea él mismo— me burlé, aún observando el paisaje.
—Betty, eres mi mejor amiga, claro que me preocupo por ti— me hizo voltear en sus brazos y dejó un beso en mi frente.
—Gracias por venir a distraerme, ya estoy bien— revolví sus cabellos negros con una mano y luego lo esquivé para volver a entrar en el departamento.
—Ya lo sabes, para cuando me necesites solo llámame y estaré aquí— me siguió y cerró las puertas detrás de sí.
Le sonreí levemente mientras me dirigía a la repisa en la que tenía todas mis bebidas caras.
¿No has notado que está muy tierno?
Déjalo unos minutos más así.
—¿Quieres quedarte a cenar?
Él miró su reloj e hizo una mueca— tengo que ir al bar.
—Aún son las 21, deja que Fangs y tu hermano se encarguen un rato más— le resté importancia.
—Esa es justamente la razón por la que tengo apuro— reafirmó.
—Buen punto.
—Confía un poco— sonreí divertida— haré macarrones con queso.
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The mafia bitch
RandomMuchos me llamaban la perra de la mafia. Nunca descubrimos de dónde salió o el por qué me llamaban así. Podría ser porque era muy fiel, o porque era una grandísima hija de puta. Prefiero dejarlo al criterio de cada uno. Soy Betty Cooper, la que da...