The mafia bitch

♔ Capítulo cincuenta y siete ♚

Baby I got issues, but I love myself.

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Cuando abrí la puerta de mi apartamento y ví a tres morsitas recostadas en mi salón, simplemente rodé los ojos.

Cheryl apareció corriendo desde la cocina con el arrepentimiento grabado en su rostro.

—Te juro que intenté echarlos.

Rodé los ojos mientras dejaba mi abrigo en el perchero, ella formó un puchero con sus labios para dar más lástima.

—¿Pediste que nos echaran?—Mark levantó la vista de su laptop para juzgarme.

Inmediatamente sonreí y me hice la desentendida.

—¿Cher? ¿Por qué echarías a mis amigos de mi casa? Si siempre son bienvenidos.

Fangs ni esperó a tragar las papas fritas que robó de mi alacena para acusarme:

—Siempre lo haces, no te hagas la buena con Mark.

—Es cierto—lo apoyó Sweet Pea.

Me puse a la defensiva y me acerqué a ellos.

—Es porque siempre se comen mi comida—le quité la bolsa a Fangs— y siempre me ensucian todo— bajé los pies de Sweet Pea de la mesita de centro.

Cheryl miraba todo desde un costado y Mark sonrió orgulloso.

—A mí no me echa porque yo me porto bien.

—Tú me alteras la psiquis—lo señalé.

—¿Con mi belleza y sentido del humor?—alzó una ceja.

—Con tu constante adicción al trabajo—señalé la laptop en su regazo—y tu carita de pocos amigos.

Los otros dos se codearon burlándose de él y Cheryl sonrió. Mark puso la antes mencionada carita de pocos amigos.

—Ya me necesitarás algún día y yo no voy a estar.

—Claro que vas a estar.

Me dejé caer a su lado y su laptop rebotó junto conmigo, eso casi logra que le diera un ataque por su pobre computadorita.

Me observó acusador y yo le sonreí como un angelito.

—No te pongas sensible, era un chiste.

—¿Cómo te fue en tu reunión con FP?

Dejé de sonreír de inmediato.

—¿Ahora cómo te enteraste de lo que hago con mi vida?

—Tu prima me lo dijo.

—Lo siento, se me escapó— murmuró cuando la acusé con la mirada.

—Me recuerda mucho a Dorian— se rió Fangs—. Me cae bien.

—¿Te recuerdo a un drogadicto? Vaya, que halago— ironizó.

—Era por lo de buchón, no por lo de drogadicto.

Aclaró Fangs, como si eso mejorara la comparación. Se dió cuenta de que no funcionó cuando Cheryl soltó un grito ahogado.

—Cierto, metió la pata feo anoche—asintió Sweet Pea.

—¡Yo no meto la pata nunca!—se defendió Cheryl indignadisima—¡Diles, prima!

—No lo hace tan seguido.

—Bueno, Dorian sí. Ahora te diremos "Dorian 2", esperemos que no andes reclamando abortos ajenos por la vida como él.

—Hablemos de otra cosa—demandó Mark cuando vió la incomodidad en mi rostro.

—Ni siquiera eras parte de la conversación—Fangs frunció el ceño.

—Pero ahora lo soy, y no quiero hablar de anoche—respondió tenso.

Todos nos tensamos también.

—¿Por qué? ¿Porque casi golpeas a Jughead?—preguntó divertido.

—¿O porque defendiste a Betty?—le siguió Sweet Pea.

—¿Cómo está Ivy, Sweet?

Pregunté, sin darle margen de respuesta a Mark. No quería que comenzaran a discutir en mi sala, mucho menos por mi culpa.

—Tenía mucho que estudiar, por eso no vino.

Al parecer todos estuvieron de acuerdo con el tema nuevo y nadie quiso refutar sobre la fiesta de Dorian.

—¿Qué tal le va en la universidad? No he hablado con ella sobre eso.

—Muy bien, se le hace fácil porque es muy inteligente—sonrió orgulloso por los logros de su novia.

—No pude hablar mucho con ella, pero por lo que me ha contado mi prima parece una chica buena—intervino Cheryl.

—Lo es—asintió mi amigo—. Soy un tipo con suerte. Si no fuera por Betty creo que ella nunca se hubiera fijado en mí.

—Tenías una muy mala fama entre las mujeres, mi querido amigo—me burlé.

—¿Pito corto?—se burló Fangs.

—¿Precoz?—le siguió Mark.

—¿No se te para?—se les unió Cheryl.

—Mujeriego—aclaré.

—El zorro fue atrapado—murmuró Fangs.

Se llevó un golpe por el chiste, pero las risas no faltaron.

—Debería venir antes de mañana, así conoce bien a Cheryl—propuse.

—¿Por qué mañana?—consultó la aludida.

—Mañana por la noche vuelves a Italia. Necesito a mi sucesora a cargo hasta que vuelva.

Noté como le molestó, pero no se quejó. Nunca se quejaba de mí.

—¿Y tú cuando vas a volver?

—Estoy arreglando todo para volver en la semana.

Noté la mirada de los chicos sobre mi, igual intenté fingir que no me daba cuenta.

En eso se asomó un cocinero por la puerta que conectaba la sala con la cocina, salvándome del escrutinio colectivo.

—¿Todos estos invitados tiene, señorita Cheryl?

—Si.

—No.

Fangs y yo intercambiamos una mirada desafiante, Cheryl nos miró a ambos con precaución, el chef nos observó a todos con pánico. Sin embargo, Mark fue el único que tomó una decisión por todos.

—Somos nosotros y una persona más, vea como lo soluciona— después le habló directamente a Sweet Pea—. Tú invita a tu novia, se merece un descanso.

Todos asentimos a la vez en acuerdo. El chef volvió a la cocina con el pánico aumentando en su expresión y Sweet tomó su celular para llamar a Ivy.

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