♔ Capítulo setenta y seis ♚

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Baby I got issues, but I love myself

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Baby I got issues, but I love myself.

*Por si wattpad los envió directamente para acá, hay un capítulo antes que este.

Disfruten su lectura, love you*

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Ingresé a la habitación donde Chadwick me esperaba sentado en el suelo y con la cabeza gacha.

Estaba mucho más golpeado que la última vez que lo había visto hacía unas horas, sin embargo, podía deducir que lo que más le dolía era el golpe emocional.

—Lo hiciste. Lo mataste.

Su murmullo fue tan bajo que tuve que agudizar el oído para poder entenderle.

—Yo no hice nada, Chadwick. Tú mismo lo hiciste al meterte en todo esto—caminé hasta llegar frente a él y me detuve ahí mismo—. No puedes ir por la vida tomando decisiones que afectan a otros y no esperar sufrir las consecuencias.

Por fin me miró a la cara, enseñándome sus ojos vacíos y su rostro empapado en lágrimas.

—¿Qué fue lo tan malo que hice?—habló con rabia—¿Venderte mercancía fallada a propósito? ¿Eso es lo suficientemente grave como para que persigan a mi familia?

Solté una risita irónica y lo observé desde mi altura, tan destruido como lo estuve yo alguna vez. Así de destruido quería ver a Hiram, y mejor si era por mi culpa.

—¿Te parece que me importa perder un poco de dinero, Gekko?—me puse a su altura y él me siguió con la mirada—. Que te hagas el inocente solo me da más ganas de ir a por tu hermana, traerla y degollarla frente a tus ojos... pero no lo haré, no la tocaré y para que veas lo bondadosa que soy, me encargaré de cubrir económicamente el funeral de tu padre. Así que, sí quieres llegar al funeral como un invitado y no en un cajón de madera, has lo que dijiste que harias: habla.

—Al final, Hiram te subestimó bastante. Eres una jodida psicópata.

No modifiqué mi expresión seria y esperé a que dijera algo más. Después de unos segundos de silencio, volví a abrir la boca.

—¿Por qué Hiram me persigue tanto?

—A estas alturas ya debería tenerlo claro.

—No creo que unos terrenos fantasma sean suficientemente motivación para armar todo este circo.

—Y no lo son...

Al ver que se volvía a quedar en silencio comencé a enfadarme.

—No estás en una posición de hacerte el misterioso. Habla.

—Su hermano... Hall Cooper hizo algo que no debía hacer.

Ahí estaba, de eso se trataba todo.

—¿Qué culpa tengo yo de las acciones de mi padre?

—Alguien debe pagar, señorita Cooper... y usted es la persona perfecta para ello. Aún más teniendo en cuenta que fue usted quien le quitó la venganza de las manos a Hiram Lodge.

—¿Estás hablando del ataque a la central? Tenía 10 años—hablé incrédula.

—Pero la suficiente conciencia para asesinar a dos personas. Sin que eso fuera suficiente, seis años más tarde, le quitó la posibilidad de una venganza para siempre.

¿Qué es lo que acaba de decir?

¿Hasta dónde sabía Hiram Lodge sobre mi vida? El círculo que conocía la verdad de tal acontecimiento era muy reducido.

Hice lo mejor por ocultar la sorpresa en mi expresión y pensé en una respuesta rápida.

—Digamos que le hice un favor a tu jefe. La única persona capaz de asesinar a mi padre siempre sería yo, porque ni él mismo sería capaz de tomar esa decisión.

—Pero Lodge no lo ve de esa forma y es por eso que estamos viviendo todo esto ahora. Todo por su culpa.

Hasta ahora, la persona que más estaba sufriendo era él porque, aunque estaba claro que alguien cercano le había brindado información sobre mi vida, a mí no se me había movido ni un cabello.

—¿Sabes por qué el hermano de Hiram Lodge terminó como terminó?

—Se llamaba Roman.

Ignoré su aclaración e insistí.

—¿Lo sabes?—él simplemente negó con la cabeza—. Porque tocó lo que no era suyo y lo que era de Hall. Así que dile a tu jefe que no me toque los cajones, porque la sangre Cooper corre por mis venas y créeme que no me temblará el pulso a la hora de arruinarle la vida... aconsejale que se olvide de su estúpida venganza sin sentido, quienes debían pagar ya lo hicieron, se lo digo por su bien.

—¿Se cree en posición de dar consejos? ¿Usted, que no ha sufrido nunca?

—No sabes nada, Gekko. Ahora... una última pregunta ¿Quieres?

—Lo consulta como si pudiera negarme— resongó.

—Aprendes rápido—sonreí—¿Por qué te arriesgas de esta manera?

No dudo ni un segundo en responder.

—Para protegerla a ella.

—¿A quién?

En ese instante sonó mi intercomunicador y lo encendí de inmediato.

—Señorita Cooper, aquí Ramazzini. Estamos recibiendo un ataque en la central.

—No me jodas.

Se cortó la comunicación y me puse de pie.

Ahora fue el turno de Chadwick Gekko para sonreír.

—¿Cómo era eso que decía, señorita Cooper? ¿Qué Hiram nunca sería lo suficientemente fuerte para enfrentarse a usted?

—No te equivoques, Chadwick. Por sí solo nunca sería capaz.

Salí de la habitación a la velocidad de la luz, dejándolo solo y encerrado ahí. Corrí a la habitación de al lado, donde se encontraba todo el control de seguridad de la central.

Pude observar por las cámaras de seguridad como un camión pasaba a velocidad media y, francotiradores, desde dentro disparaban hacia la mansión. Nunca me alegré tanto de colocar vidrios anti balas como en ese momento.

Mientras tanto, una tela blanca y grande ondeaba en la parte trasera y con letras rojas ponía: "Si mi silencio te ha llevado a mi olvido, yo me encargaré de que me recuerdes". H.L

Me mordí el interior de la mejilla, no es que lo había olvidado por su silencio, simplemente no recordaba haberlo conocido alguna vez.

La sospecha de que fuera una distracción me obligó a volver de inmediato a la habitación donde estaba mi invitado. Me relajé al verlo tal y como lo había dejado, pero entonces toda la situación me llevó a tomar la decisión final.

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The mafia bitch Donde viven las historias. Descúbrelo ahora