Baby I got issues, but I love myself.
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Entré por las puertas del bar luego de saludar a los de seguridad con una mano.
La noche parecía tranquila por aquí. Era normal, apenas eran las 23.
Subí las escaleras, que estaban a un lado de la barra de la zona común, y llegué al área VIP, donde algunos de los chicos ya estaban sentados y con tragos en sus manos.
—Que raro es ver a Betty Cooper tan temprano por aquí— se burló Fangs, guardando su celular en el bolsillo delantero de su pantalón.
Tonto.
—Cállate, Fangs— le mostré el dedo del medio.
—Con razón comenzaba a hacer calor aquí, si esas piernas son un fuego— Dorian recorrió mi vestido rojo mientras hablaba.
—No te vayas a quemar— le respondí divertida mientras me sentaba entre ellos.
Miré al sofá de al lado, ahí estaba Sweet Pea, que ni siquiera había notado mi presencia.
¿Y a este que le pasaba?
Seguro está colocado.
—Hola, Sweety— solté divertida, mirándolo directamente.
Él pareció volver a la vida. Y dirigió su mirada hacia mí.
—Ah, hola, Betts— contestó, se veía algo distraído.
—¿Estás bien?— pregunté confusa.
—Claro— sonrió levemente y volvió a su punto en la nada.
Miré a los dos chicos que me acompañaban en busca de alguna pista.
—Es que una de las que atienden la barra lo ha rechazado cuando le invitó un trago— explicó Dorian.
—Se llama Ivy— murmuró Sweet Pea.
—Oh, pobrecito— le dí un apretón en el hombro— veré si puedo hablar con ella.
Los otros dos soltaron carcajadas muy fuertes, como si acabaran de oír el mejor chiste de sus vidas.
—¿Qué es tan gracioso?— pregunté casi a la defensiva.
—¿Sweety enviará a mami a hablar con la chica que le gusta? Oww— Fangs hizo un puchero con sus labios.
—Cierren la boca, estúpidos— rodé los ojos— solo seré una amiga ayudando a su amigo.
—Está bien, Betty. Déjalo— mi amigo me miró con una sonrisita nerviosa.
Sweet Pea era el chico más dulce que alguna vez haya conocido. No como esos dos que estaban a mis costados.
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The mafia bitch
De TodoMuchos me llamaban la perra de la mafia. Nunca descubrimos de dónde salió o el por qué me llamaban así. Podría ser porque era muy fiel, o porque era una grandísima hija de puta. Prefiero dejarlo al criterio de cada uno. Soy Betty Cooper, la que da...