Nᴏ ᴛᴀɴ... Cʟɪᴄʜᴇ́ ¿? (ᵒ ᵠᵘⁱᶻᵃ ˢⁱ)[𝐾𝑜𝑜𝑘𝑚𝑖𝑛 𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒]

21

El fin de semana hizo aparición nuevamente, eran los días más adorados por los estudiantes, en especial para Jimin quién se la podía pasar todo el día solo en su habitación, pensando en todo aquello que lo confundía. Era momento de aclarar todo lo que daba vueltas en su cabeza.

Alec se había levantado muy temprano, era día de limpieza en el depa y no pensaba esperar a su mejor amigo, ya que, él sabía muy bien lo que le ocurría, así que no quiso molestarlo.

Luego de hacer el desayuno, limpiar y desayunar, comenzó a hornear algunas galletas para perder el tiempo, al tiempo en que preparaba la masa le pedía consejos a Jin por mensaje para que quedasen más deliciosas y pasado el medio día, finalmente terminó.

Se dirigió con algunas galletas y una vaso de leche a la habitación de su mejor amigo que permanecía con la puerta cerrada. Después de tocar y recibir aprobación abrió la puerta, de inmediato la imagen de Jimin sentado sobre la cama mirando a la nada se mostró a los ojos de Alec, despacio cerró la puerta y caminó hasta donde él.

- No has comido nada durante toda la mañana, pensé en qué tal vez tienes hambre - Jimin le sonrió.
- Gracias Alec, ya estaba por ir a la cocina para comer algo - Alec sólo lo miró, colocó lo que traía en sus manos en la mesita de noche a lado de la cama y se sentó a lado de su amigo.
- Sabes que puedes hablar conmigo sobre lo que sea ¿cierto?, por algo hemos sido amigos desde la infancia - Jimin lo miró y Alec le sonrió levemente al tiempo que apretaba su hombro en señal de apoyo - Solo dímelo - Jimin sonrió de vuelta.
- Siento que no es necesario decírtelo, tú lo sabes muy bien -
- Es sobre Kook -
- Si, es que... No entiendo, no logro entenderlo aún... ¿Por qué me siento tan culpable? ¿Por qué a pesar de que le he dicho cosas terribles, aún sigue siendo tan bueno conmigo? -
- Es porque te ama Jimin - Jimin miró a Alec a los ojos.
-¿Tu crees? - Alec asintió y Jimin miró sus manos las cuáles jugaban entre sí - Siento que no es fácil decir que amas a otra persona, es un sentimiento muy complicado que no logro entender del todo... No sé qué hacer, cada que lo veo aunque lo ignoro, no es fácil evitar sentirme triste y culpable, hay veces incluso, en las que me dan ganas de acercarme a él -
- Jimin... Te Gusta -
-¿Qué? - Lo miró confundido - No creo que sea eso - Negó con la cabeza repetidas veces.
- No soy tonto Jimin... Me dí cuenta de que ustedes están destinados a estar juntos -
- Bueno... Nuestros lobos insisten en acercarse, por eso, gracias a los supresores siento un enorme hueco en mi interior... - Tomó su estómago - Es como si no estuviera -
- Creo que tú no lo has asimilado, pero en definitiva ustedes se gustan y sus lobos se aman mutuamente... ¿Porque no le das esa oportunidad y lo dejas acercarse a ese alfa? - Jimin lo miró unos segundos pensativo.
- No lo sé... -
- Sólo inténtalo, si no te convence aléjate -
- Mmmm está bien - Alec sonrió.
- Bien, haré la comida, ven a comer conmigo - Se levantó de la cama y salió de la habitación de Jimin, dejando a éste pensativo.

¿Sería buena idea permitirse hacer lo que Alec le había propuesto? Y entonces... ¿Qué pasó con la venganza que planeo? ¿Por qué ya no siente aquel resentimiento que prevaleció durante años?
No podía responder ni una de esa preguntas.

Suspiró mientras miraba la sudadera de Kook sobre la silla de su escritorio, aún no se la había devuelto, no tenía el valor de hacerlo y no lo haría hasta agradecerle, era lo justo.

Se tomó la leche y comió las deliciosas galletas que le había llevado su amigo, pronto se levantó de la cama y caminó a la cocina donde Alec hacía la comida.
Entre ambos cocinaron, una vez estuvo listo se sentaron en la mesa y de inmediato una llamada entró al teléfono de Alec.

-¡ALEEEC VAN A IR CONMIGO AL BAR ÉSTA NOCHE! - Gritó Lisa en cuanto Alec contestó.
-¿De qué hablas? - Puso el altavoz.
- Tienen que ir conmigo, el gorila apestoso me reto de nuevo y tengo que darle su merecido -
- Bien, yo iré contigo pero no sé si Jimin tenga el ánimo - Miró al mencionado y éste negó.
-¿Qué? Rayos, tendré que convencerlo - Sonaron golpes en la puerta y Jimin se levantó a abrir.