Capítulo 15: Festival.

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PASADO

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PASADO

Estudiantes del instituto se pasean con sonrisas en las instalaciones de la universidad. Algunos se encuentran pegando afiches en los murales de información y otros entregandolos a todos los universitarios que se aparecen en el camino.

Aún no tengo nada en mis manos y no sé el porqué de la emoción que hay entre los estudiantes.

Mar Miller aparece en mi campo de visión con una pila de afiches en sus manos, una sonrisa ladeada está plasmada en su rostro y cuando se detiene frente a mí su sonrisa sigue ahí. Eso me sorprende.

Ella no es una persona de muchas expresiones a mi alrededor, por lo que he notado en todo este tiempo. Al principio todo era seriedad de su parte, ni un intento de sonrisa, luego, cuando intentaba acercarme era hostil y cortante. Me miraba como un ser desagradable que no debía de respirar el mismo oxigeno que ella.

Como es evidente que no le agrado, mantengo mi distancia. Muchas veces en los pasillos del instituto o en su casa; la encontraba con su mirada sobre mí, le sonreía y cuando lo hacía, rodaba sus ojos y daba la vuelta.  Y ahora que me esté sonriendo y se haya acercado me tiene asombrada.

—Debes de ser menos ruidosa —sus ojos mieles están fijos en mí, ella me extiende un afiche y lo tomo— ¿U olvidaste que yo estaba en casa?

La observo perpleja sintiendo como la pena me embarga. Sabía que ella se encontraba en su casa anoche y juro que trate de ser lo menos ruidosa posible.

Pasé la noche con Matt, sus padres no se encontraban en casa porque según sus palabras; ellos estaban en una actividad con socios y volverían al otro día. Mi padre algunas veces acostumbra a quedarse en la cafetería preparando la comida que se llevará al otro día a la cafetería que se encuentra en las afueras del pueblo, él no quiso mi ayuda y no teniendo más que hacer, que tareas, fui a casa de Matt porque él me lo había pedido.

Cuando llegué comenzamos a hacer las asignaciones que teníamos en común, y al terminar, bajamos a la cocina; preparamos palomitas, sándwiches y tomamos unas bebidas. Volvimos a su habitación y vimos una película de acción, invitamos a Mar, pero ella dijo que tenía mejores cosas que hacer y que la dejáramos en paz.

Luego, tomamos un baño juntos, en donde hubo unos cuantos toqueteos y nada más, después nos acurrucamos en su cama en donde hablamos de tantas cosas. Nuestro beso de buenas noches fue el que desencadenó todo, el culpable de que termináramos bajo sábanas.

—Lo siento —le regalo una sonrisa de disculpa y fijo mi vista en el papel que tengo en manos, en él se anuncia el regreso del festival de las flores. Sé por mi padre que el último festival que se hizo fue hace años, antes de yo nacer y en donde los padres de Lisa se comprometieron.

Entre Nuestras SábanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora