Capítulo 10: Condición.

121 24 98
                                    

PASADO

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

PASADO

Después de ese beso en la biblioteca hubieron más, muchos... demasiados. Puedo mencionar un número para especificar la cantidad de veces que lo hicimos, pero en realidad, estaré mintiendo porque no conté nada.

Y lo único que puedo decir con exactitud y es cierto, es que no somos nada.

¿Amigos? Tal vez ¿Novios? Para nada.

Después de lo que ocurrió hace algunas semanas en la biblioteca solo hubieron besos y nada más. No hubo una conversación en donde estableciéramos en que parte estábamos parados o que nos depara el futuro, y aun así, yo no puedo evitar perderme en sus ojos porque, ahí en sus ojos, están...

Puedo ver en su mirada sus sentimientos hacia a mi, y sí, él fue sincero desde el principio aunque yo buscara negarlo y todo únicamente por el bien de mi corazón. Puedo admitir en mi mente que estoy enamorada de Matt, pero no saldrá de mi boca porque no sé si estoy  preparada para tal destrucción.

Sé que si le confio mi corazón a una persona, le estaré dando el poder de destruirme completamente y así como estoy enamorada también estoy asustada, muy asustada. 

Y no sé si mis sentimientos por Matt son más fuertes que el miedo.

Por eso, si sigo pasando tanto tiempo con Matt no voy a terminar bien parada, ya que mi mente estará recordándome en cada instante lo que puedo tener, sin embargo, me estoy perdiendo por miedo.

Esa es mi situación actual; pensar y solo pensar en lo que quiero.

Porque no quiero un corazón roto, pero tampoco quiero alejarme de Matt.

...

—Gabriel —al entrar a la cocina, busco la atención de mi papá.

—¿Qué pasa, pequeña?

—¿Cuando te enamoraste de Isadora no tuviste miedo?

—¿Por qué lo preguntas? —da vuelta mientras se seca las manos con una toalla, una sonrisa se forma en su rostro y se acerca hacia mi— ¿Te gusta alguien?

—No, nada de eso, solo quiero saber.

—La verdad, es que no —admite—. No tuve miedo. Con Isadora fui con todo y no tenía miedo de amar, tampoco pensaba en las supuestas consecuencias que traía enamorarse porque al final, los sentimientos eran más fuertes.

—Y por más fuertes que fueron esos sentimientos no terminaron juntos —Gabriel no sabe que yo sé todo, esa separación no fue culpa de él sino de todas las decisiones equivocadas que tomó Isadora, mi madre, por eso trato de hablar como sino supiera nada aunque sepa todo—. Su amor no fue lo suficiente fuerte.

—Pequeña, el amor es como tus flores, si no las cuidas se marchitan y algunas veces por más que te empeñes en cuidarlas algo terminará por destruirlas.

Entre Nuestras SábanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora