Capítulo 18: Perder.

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Actualidad

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Quisiera decir que la semana pasó como agua escurriéndose de las manos, sin embargo, no fue así. Esos días se me hicieron eternos. Todo parecía ir bien con Matt, como en el principio, en donde todos nuestros encuentros eran a escondidas y teníamos que amarnos en secreto.

Quería volver al principio para tenerlo de vuelta, para volver a ser solo él y yo, pero cómo demonios íbamos a volver a ser lo que éramos antes, si Helen ahora forma parte de la ecuación.

Con Helen Anderson siendo una parte importante, una parte que no se puede desechar así por así, lo nuestro como él lo llamaba una relación entre nuestras sábanas se intensificaba con cada encuentro.

Nos despedimos de las sonrisas y miradas discretas porque resultaba mejor ser fuego puro entre sábanas e ignorarnos fuera de ellas.

...

La fiesta de Helen ya había empezado. Lisa y yo estamos retrasadas por una hora. Me repetía una y otra vez que no habría problema con llegar tarde, no había ninguna necesidad de llegar a la hora exacta porque nosotras no somos las anfitrionas, aunque mi vena de la puntualidad me recordara nuestro retraso.

Lisa se encuentra dándole los últimos toques a su maquillaje, luego de haber recogido su melena pelirroja en un moño alto para que el escote en su espalda se pudiera apreciar lo mejor posible.

Yo estaba lista y me encantaba como me veía, mi mejor amiga se encargó del maquillaje y de mi cabello; cual se encontraba peinado en ondas marcadas. Ella era buenísima en esos temas, yo a duras penas podía hacerme un delineado presentable.

Cuando llegamos a la casa de Helen, un arco blanco rodeado de rosas rojas nos indicaba el camino hacia la fiesta. El jardín trasero era inmenso, en él se distribuían máximo diez mesas redondas todas acompañadas la misma cantidad de sillas. Toda la decoración se limitaba al blanco y al rojo, siendo las rosas rojas las que predominaban en el lugar.

En el centro del jardín hay una pista, la cual no es tan pequeña, allí dos parejas bailan al son de la música suave.

Helen se acercó a nosotras junto a Loren. Ella estaba más que preciosa llevando un vestido blanco con los hombros descubiertos y rosas se distribuían de forma especial en su falda sin abarcarla completamente.

Loren llevaba un vestido negro con encaje en el torso hasta las mangas y estas eran largas, la prenda contaba con una abertuea dejando así una pierna descubierta.

Ambas nos guiaron hacia una mesa, en donde estaban Carlos, Mar, Matt y el impertinente de Wilson Jones. Al tomar asiento en unas de las seis sillas que quedaban disponibles, Lisa, Loren y Helen hicieron lo mismo.

Entre Nuestras SábanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora