Capítulo 2: Flores.

166 33 84
                                    

Encuentro a Lisa en el césped, me siento a su lado mientras la observo realizar unas operaciones en varias hojas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Encuentro a Lisa en el césped, me siento a su lado mientras la observo realizar unas operaciones en varias hojas. Espero pacientemente su reproche por haber ignorado sus llamadas anoche, me hago una idea de para qué llamaba al observar su cabellera pelirroja enmarañada, además de que está ocultando sus ojos azules con los lentes de sol que usa.

—¿Dónde estabas anoche, Peterson? Dame una buena razón por la cual ignorabas mis llamadas —Quito de sus piernas la libreta y las hojas, y las sostengo mientras coloco mi cabeza encima de sus piernas.

—Estaba durmiendo. Últimamente me he sentido cansada —cosa que no es completamente mentira— ¿Para qué llamabas? ¿Ha pasado algo? —sus pertenencias son arrebatadas de mis manos, así que aprovecho para cubrir mis ojos del sol con mi brazo.

—Quería que me acompañaras a la fiesta que organizó Helen, estuvo increíble. ¿Te enteraste de que ella y Matt salen? Se ven tan hermosos juntos. Anoche parecían la pareja perfecta.

—No tenía conocimiento de esa fiesta, y de que ellos salen me enteré ayer. ¿Qué más pasó?

Lisa sin conocer ni el más mínimo detalle de mi historia con Matt —nadie la conoce en realidad, solamente sus padres, su hermana y mi madre por pequeños deslices del pasado— me contó cada uno de los sucesos de la noche pasada.

Escucho todo atentamente, fingiendo que nada de lo que sale de su boca me afecta, cuando en realidad, los trozos de mi corazón se quiebran con cada cosa que ella dice.

...

Luego de la universidad volví a mi casa, en donde almorcé y tomé un baño. Cuando terminé lo que tenía pendiente, me dirigí hacia una de las cafeterías de mi papá, en donde conocí a Matt.

Estaciono correctamente el auto y tomo mis cosas para dirigirme al establecimiento. Entro por la puerta de los empleados yendo inmediatamente a ponerme el uniforme, cuando estoy lista voy directo a sustituir a una de las empleadas de mi papá.

Atiendo varias mesas, saludo y tomo el pedido de personas conocidas y de otras que nunca he visto. Varios minutos después me tomo un descanso y aprovecho para hablar con mi padre.

—Gabriel, ¿puedo tomarme el día de mañana libre? —su atención está puesta en los papeles que tiene delante. Cansada de estar parada tomo asiento frente a su escritorio, alcanzo a ver un poco de lo que lo tiene tan concentrado, son las cuentas.

—¿Para qué?

—Me gustaría descansar un poco y preparar mis cosas para ir a donde mi madre —al decir lo último levanta la cabeza y me mira por un buen rato. Siempre que digo que iré a donde Isadora me dedica largas miradas como si escondiera algo...Y si, antes no iba por voluntad propia a visitarla. Después de un pequeñísimo error, las visitas se volvieron más constantes y Gabriel ya no se ve en la situación de obligarme a pasar fines de semana con ella.

Entre Nuestras SábanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora