~HoseokOdio esto, odio las luces blancas, odio el olor a medicina, odio el sonido de las ambulancias, pero lo que más odio es verte en ese estado.
La desesperación que sentí el día que mi madre entro por la puerta de urgencias de este mismo hospital es igual o incluso menor a la desesperación que está consumiendo mi corazón ahora. Ver cómo tú cuerpo se desvaneció entre mis manos sin explicación alguna casi me mata, me viste con tal miedo, que aún siento mi alma estrujarse.
No quiero alejarme de ti... No de nuevo... Por favor.
~Por favor vuelve conmigo.
Estás en esta camilla y solo puedo sostener tu mano mientras los doctores hablan de tu estado y te llevan rápidamente hacia urgencias, pero no escucho, no quiero hacerlo.
De pronto una enfermera tomó mi mano y la desprendió de la tuya, te meten a un cuarto y trato de entrar.— Señor usted debe aguardar en la sala de espera por favor...— dice aquella enfermera impidiendo mi paso.
— No puedo, debo estar con él.— digo alterado.
—¿Es algún familiar cercano al paciente?— pregunta.
— Yo...
— Si no es el caso debe esperar acá, el doctor saldra a darle noticias dentro de un momento.— entro al mismo cuarto y me dejó aún más ansioso.
Mi corazón late con fuerzas y las lágrimas salen sin permiso, tengo impotencia, mucha impotencia. Y hace que odie más este lugar, mis piernas pierden fuerza y caigo sobre mis rodillas, no te quiero perder.
~No te quiero perder, TaeHyung...
No me gusta odiar, no me sienta bien, pero odio tanto este miedo y este sentimiento de desesperación, lo odio tanto o más que a este lugar, por qué odio que aquí las despedidas sean definitivas, que aquí la esperanza muera con unas cuantas palabras, que aquí el dolor se pueda oler, ver, oír y sobretodo sentir por dónde quieras.
No aguanto más, me siento ahogado, siento a alguien arrodillarse a mi lado y unas manos me abrazan.
— Hoseokie...— era Jennie.
(...)
~SeokJin
Desperté aún abrasado a tu pecho, si bien me dolía la cabeza no me sentía mal. Solo quizá estaba algo aturdido, me levanté en busca del celular lo había apagado y ahora que lo prendo siento como una corriente estremece mi columna.
Tenía más de 30 llamadas perdidas.
Había llamadas perdidas tuyas del día anterior, pero lo que más me preocupaba eran las llamadas de la madrugada, las primeras eran de TaeHyung, luego unas de mis suegros y por último llamadas de JiMin. Llame a TaeHyung por inercia y mi preocupación aumento cuando no contestó. Decidí llamar a mi suegra, pasaron dos tonos y contesto.
— Madre, ví llamadas perdidas suyas ¿Paso algo? ¿Están bien?.
— Jinnie, hijo, nosotros estamos bien, sin embargo mi Tae, mi niño tuvo un ataque de ansiedad, mientras dormía.
— ¿Qué?.— mi mal presentimiento se confirmo junto a un sentimiento de culpa, Tae me había llamado quizá buscando ayuda y no contesté.
— El está bien pero aún no despierta, por eso te llamamos, NamJoonie no nos contesta y nos preocupamos.— te mire y aún tenías el rostro sereno, seguías durmiendo.
— Él está conmigo, los celulares estaban apagados y tuvimos un día cansador pero ya vamos en camino.— dije mientras saco ropa del armario.
— Los espero acá entonces.
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Tu almohada (NamJin)
RomanceTe duermes conmigo, todas las noches... Estas callado en pleno descanso... ~por eso te quiero~ ~POR ESO TE ADORO~ ~ERES MI TESORO~ Llegue de nuevo borracho y con la cabeza llena de angustias... Te lleno de besos y caricias, pero estas dormido no s...