El cielo rojizo, con el sol apenas saliendo. La fresca brisa atravesando la habitación, erizándome la piel. Las olas rompiendo a lo lejos, unos cuantos surfistas en la costa, un matrimonio y sus hijos caminando por la arena; el ambiente es tan tranquilo que no se escucha barullo alguno. El color azul del mar, casi tan azul como el cielo al que está ciudad nos está acostumbrando. A mamá le habría encantado estar aquí.
Es como si no estuviéramos aquí por la razón que estamos, como si fuese un viaje mas con los hermanos Fernández. Casi como si mamá fuese a atravesar la puerta para pedirme que me ponga un suéter, y arrope a Charly que está con el dorso desnudo sobre el sofá. Casi la puedo escuchar regañando a James por haber dejado la puerta sin seguro y los zapatos en la entrada, reprochando el porqué dejamos pasar un día como el que hay afuera por estar acostados. El aroma de los panqueques, que de seguro nos estaría haciendo, me llena los sentidos.
Ha sido una semana agradable, nos separamos de todo y de todos, una distracción constante es lo que nos hacía falta. Hemos recorrido gran parte de la ciudad y cada noche terminó con una cena en la orilla de la playa, cuando la luna se encontraba en su punto máximo y el aire se sentía casi tan pesado como nuestras respiraciones. Anoche fue un poco diferente, el alcohol hizo presencia, James casi es comido por un pez—el cual confundió con un tiburón después de haber tomado su segunda cerveza—, no lo vuelvo a dejar entrar al mar tan tarde. Charly pasó la noche callado, apenas y cenó, tenía esa mirada triste en sus ojos y los labios entreabiertos; como si hubiese pasado la noche intentando decir algo, o recordarlo.
Anoche llegaron Gus y Maurice, Edson y su mamá, Adrián y su familia, Madeline y su hermana. Lucas consiguió habitaciones para todos, hoy es el día. Hoy, oficialmente, estamos solos. Las cenizas de mamá se mezclarán con el mar azul, al final si visitará la playa. Al final, supongo que le habría gustado que fuese de esta manera.
—¿Sam? ¿Qué haces, peque? —Un adormilado Felipe camina hacia el balcón, el torso desnudo y los gallumbos rojos sobresaliendo de las bermudas, los músculos de su estomago se marcan a medida que eleva los brazos para estirarse, comienza a gruñir en cuanto el sol le toca el rostro.
—¿Quieres? —Le ofrezco la taza de café que tengo entre las manos y acepta gustoso. Un golpe sordo nos hace virar hacia el interior. —Ese fue Lucas, creo.
—Yo creo que sí, estos dos están más dormidos que Tutankamón. ¿No ha venido nadie? —Niego con la cabeza, a lo lejos se escucha el grifo del agua abrirse y Uptown Funk inunda la habitación. —Esa canción me gusta.
—Es Mars, ¿qué esperabas? —Termina el café y me devuelve la taza, en el lado izquierdo del balcón hay una hamaca, se tumba sobre ella y cruza los pies de tal manera que el sol no le pille el rostro. Después de unos segundos parece que se ha quedado dormido. Sí, definitivamente cayó en brazos de Morfeo.
Ropa por aquí, zapatos por allá… es el último día y no pueden dejar las cosas en orden, o intento de orden. Una patada en el trasero a Charly mientras recojo su gorra y sus vans, una cachetada a Jamie al pasar por su patineta y camisa. ¿Por qué tenían que ser hombres? ¿No podían ser un poquito más ordenados?
Media hora de acomodar ropa, calzado y juguetes de los niños después, es tiempo de hacer el desayuno. Lucas sigue en la ducha, pero el olor a cigarro no indica que se esté bañando, los otros tres dormidos aún, logré trasladar a Jamie y a mi hermano a las habitaciones con ayuda de su modo automático, pero no prometo nada cuando despierten, los amontoné como pude. Probablemente los haga dudar de su sexualidad, en fin, ellos tienen la culpa.
El grifo del agua ha cesado al igual que la música, me gustaría poder tener más…tiempo. Supongo que la sensación de ausencia será permanente, sólo espero que esa falsa esperanza de verla caminar por los pasillos se vaya pronto, porque caer de nuevo en la realidad es sencillamente doloroso.
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Memorias de una adolescente.♚
Teen Fiction¿Quieres saber de qué trata? Tendrás que descubrirlo por ti mismo. Estimado lector, está puede sonar como una historia cliché pero no te dejes engañar por el título, las cosas no son lo que parecen. La protagonista te invita a conocer a su mejor ami...