Memorias de una adolescente.♚

Capítulo 17 "¿Pocoyo? ¿En serio?"

Okay. Respira Sam. Inhala, exhala. Inhala, exhala. ¡Joder! Hoy es el día.

¿Uniforme? Listo. ¿Vans? Listas. ¿Discurso? Rayos, rayos, rayos. ¿Dónde deje el discurso?

—¿Lista? —Giro sobre mis talones para encontrarme cara a pecho con Felipe, ¿por qué estás tan alto?

—No.—Felipe sonríe incrédulo y me da un suave golpe en el hombro. Sigue batallando con el nudo en su corbata.—Luces realmente bien prof.

—Gracias, la verdad es que tú no te ves nada mal Sam. —Su vista me recorre de cabeza a talón y cesa en mis vans azules. —La última vez que cheque, las vans no eran parte del uniforme.

—Pero se ven bonitas. —Hago un puchero y deja caer sus hombros en señal de derrota.

—De acuerdo, sólo por si acaso, si la directora pregunta yo no sabía nada de esto ¿trato?

—Trato.—Estrecho su mano con emoción y lo suelto segundos antes de que Lucas llegue a la habitación.

—¿Vans?—Se detiene en la puerta y señala mis zapatillas. Felipe pasa por un lado y se dirige a la cocina.

—El profesor y yo tenemos un trato así que no hay problema.

—Ni siquiera el día de tu graduación piensas llevar el uniforme como debería de ser. —Una suave risita sale de su garganta, está apoyado en el marco de la puerta. Luce bastante relajado pero su despeinado cabello me dice todo lo contrario, pues así es como suele quedar después de que pasa sus manos sobre el repetidas veces, un claro signo de estrés.—Vaya alumna ejemplar ¿no?

—No juzgues un libro por su portada.

—O sus vans. —Señala divertido.

—O sus vans, especialmente por sus vans.—Se arrima hacia donde estoy y queda a tan solo medio metro, tengo que levantar mi cabeza un poco para poder verlo a los ojos.

—Deberías ayudar a Felipe con el nudo de su corbata.

—No soy una muy buena referencia. —Se rasca la barba, apenas y le ha crecido en el último par de días, no sé porqué pero siempre me ha gustado con su barba de dos a tres días, luce...interesante.—Blanca me ayudo a mí con la mía.

—¿No sabes hacerte un nudo de corbata?

—Oye a Felipe no lo regañaste.

—Sí, bueno, Felipe no es un Lord que se tenga que presentar frente a miembros del parlamento cada dos por tres.

—Sam uno, Lucas cero.

—Bien dicho, Fernández. —No me había percatado de que la distancia entre nosotros se había reducido. Toma mi rostro entre sus manos y se inclina hasta rozar nuestras narices, su aliento a menta y tabaco me baña el rostro.

—¿Fumaste?

—Di "Soy una vaca rechoncha".—Pongo los ojos en blanco. Es un fastidio cada que ve "La granja" porque nos obliga a Jamie y a mí a hablar como la pollita, esa adorable pollita. Hago mi mano un puño y la elevo a la altura de mis hombros amenazando al aire.

—¿Estás regañando a la adorable pollita en tu mente?

—¿Qué? No, qué va.—Una sonrisa de oreja a oreja se dibuja en su rostro, un brillo especial hace que sus ojos verdes luzcan aún más hermosos. Paso mi mano por su cabello en un inútil intento de acomodarlo, suelta mis mejillas y se sienta al borde de la cama.

—Creo que has estado buscando esto. —Mete la mano a su chaqueta y saca de uno de los bolsillos mi discurso.

—Tú lo tenías...