Memorias de una adolescente.♚

Capítulo 9 "Para encuentros..."

—¿Qué vamos a comer?

—James apenas nos subimos al auto, ¿acaso no puedes esperar? —Responde Lucas divertido.

—¿Escuchaste eso? Fue mi estomago respondiéndote. —Una risa se nos escapa tanto a Lucas como a mí  y James continua con ese gesto de seriedad en el rostro, ¡si supiera que solo nos provoca reír más! —No, no puedo esperar.

—¡Súbele! —El locutor  introduce Heart Skips A Bit de Olly Murs, bueno...eso creo, lo dijo en francés pero entendí claramente el nombre de Olly  bebé y yo no puedo contener la emoción. Amo está canción pero lo que realmente me gusta son los gestos que hacen mis chicos al cantarla, se ven incluso más adorables que el mismo Olly en el video original.

 Apenas empieza la introducción de la canción Lucas ya está listo para cantar, James empieza a moverse al ritmo de la música y yo estoy lista para reír. El primero en cantar es Lucas, el siempre hace las partes de Olly, si entrará a La Voz se haría famoso.

Pasa la primer estrofa y yo no logro articular palabra, momentos como este me llenan de paz, uff, amo la parte del coro, como se escuchan nuestras voces, como se dibujan coquetas sonrisas en sus rostros y me encanta que ellos voltean a verse entre frase y frase señalándose entre sí, pero lo mejor, oh...lo mejor es la parte de los "oh oh oh", hacen un hueco con sus manos frente a sus bocas para que el sonido salga más fuerte.

¡Se ven tan graciosos! Y esa perfecta sincronía... Diablos, ¡desearía tener una cámara ahora mismo! Aquí viene la parte de Jamie, el rap siempre le ha ido bien.

—Oh oh oh. —Lucas ríe al terminar la canción y James hace reverencias para sus "fans". —Esto deberíamos hacerlo más seguido.

—Deberíamos. —Concuerdo.

—Si, pero antes lo importante, ¡¿dónde rayos vamos a comer?! —Ezra James, tú y tu ataques de >Me comeré al mundo si no como algo ahora<.

—¿Sushi? —Sugiero, después de la conversación en el muelle me nació atojo de sushi.

—Esto es París no Japón. —Refuta.

—Esto es un auto, NO un escenario.

—Touché.

—¿Qué te parece ir al hotel y que Lucas haga sus famosas tostadas francesas?

—Me parece una estupenda idea.

—Claro, cómo Lucas es su chacho. No, si, no hay problema, si quieren limpio también la suit. —Frunce el seño por un instante recordando el estado en qué la dejó y ríe entre dientes. —Mejor le diré a alguien que se haga cargo de lo segundo.

—Excelente idea hermano.

—Si, creo que será lo mejor. —Nuestra seriedad dura apenas segundos y al instante ya estamos riendo, ¿Lucas limpiando? ¡Ni siquiera lo hace en la casa!

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Las tostadas estuvieron de-li-cio-sas. Después de firmar unos cuantos cheques para que el gerente del hotel decidiera perdonar nuestro pequeño, eh, incidente, nos dirigimos a las calles de París. Lucas optó por usar bermudas a cuadros, una camisa de algodón azul lisa y converse azules en nuestro último día aquí, James y yo usamos overoles, camisa azul y blusa roja, respectivamente, y converses negros. Ahora que lo pienso, deberíamos ser embajadores converse, nuestro armario está repleto de ellos, de todos los colores. ¡Es como un pequeño paraíso!

James se ha adelantado para comprar un helado, es como un tazón sin fondo misterioso, ¡jamás se llena! ¡No importa cuánto coma! Malditos hombres y su don de comer sin engordar, una toma un sorbo de agua y puff, se infla tal palomita de maíz. Lucas está a mi lado izquierdo, cantando Love Bug de los Jonas Brothers, termina la canción y yo le pido que me cante otra.