Memorias de una adolescente.♚

Capítulo 21 "Planes gatunos."

—¡Hey! No es justo, exijo ver la película.

—Lo siento, los demás usuarios han solicitado su salida. —Un chico torpe con uniforme del cine nos hala hacia afuera de la sala. Lucas, James y Felipe salen sin hacer panchos.

—¿Qué? ¿Acaso ellos no comen palomitas?  >> Ay si, ay si, no como palomitas en el cine porque soy gente fina<< ¡Patrañas!

—Señorita, lo siento, pero no pueden aventar palomitas en la sala.

—Como si tu nunca lo hubieses hecho. —Lucas me sostiene, o eso intenta, pero logro escaparme de sus brazos y corro directo al centro de la sala, frente a la pantalla. —¡Al final salen del laberinto y encuentran a todos muertos!

—¡SAM! —Felipe entra y me toma de la cintura, me sube a sus hombros y sale conmigo a cuestas.

—¡Eso no es todo! ¡Deben superar más pruebas! ¡Todo es un engaño! ¡Cruel NO es bueno!

—Samanta, cállate ya.

—¡Que no! —Muerdo su cadera y me baja para sobarse, corro de nuevo al lugar de donde me han sacado. —¡MUTOS! —Sonrío y me alejo lentamente esperando la arena. Camino tranquila hasta donde Felipe me mira divertido, al pasar a su lado pone un brazo sobre mis hombros y me da un beso en la cabeza.

—¿Ya estas contenta?

—Un poco. —Hago una seña frente a mi rostro con mis dedos índice y pulgar separados por un pequeño espacio.

—Un poco…¿qué si nos vetan?

—Vamos a otro cine, ¿cuál es el problema?

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—No es justo. —Camino a Mikey's no he dicho mucho y las pocas veces que abro la boca es para quejarme.

—No era penal. —James pone los ojos en blanco ante el comentario de Felipe.

—Eso ya está pasado de moda.

—¿Alguien te preguntó? No.

—Bueno, ahora que la película queda descartada, ¿qué hacemos? —Interviene Lucas antes de doblar en una esquina.

—Primero comida, después planes. —Dice James, asintiendo fervientemente con la cabeza.

—¿Y si le hablamos a Charly?

—El iba a estar ocupado hoy Sam, debe ponerse al corriente con los papeles de la escuela y eso.

—¿Entrará contigo, no James?

—Ese es el plan. ¡Rápido, Lucas! —Señala un lugar en el parking.

—Tranquilo fiera, igual vas a comer.

—No importa, ese sigue siendo nuestro puesto. —Felipe tiene los ojos clavados en el móvil, me acerco un poco hacia él para ver la pantalla pero este la cierne contra su pecho lentamente, evaluando mis intenciones.

—¿Qué haces?

—¿Con quién hablas?

—¿Importa?

—¿Tu platónico?

—No…el de Lucas. —El auto se detiene y el silencio toma lugar sobre nosotros, como una nube negra en un día gris.

—¿Mi qué? —Pregunta dubitativo.

—¿Recuerdas a la chica de la que te hable anoche?

—¿Antes o después de tu teoría de los gatos?

—Antes, y esa teoría es cierta.

—¿La dominación? —Pregunto. Asiente en mi dirección para después desviar su mirada a un Lucas pensativo. —Estoy completamente de acuerdo con esa teoría.