Memorias de una adolescente.♚

Capítulo 22 "Hombre precavido vale por dos."

De nada sirve despertarte a las seis de la mañana y llegar antes de las ocho al instituto, no importa que acampes una semana antes de la fecha que te dan...siempre, siempre hay mogollón de gente.

Por donde quiera que mire hay filas y filas de madres con sus hijos, grupos de amigos y uno que otro lobo solitario que viene a ver si ha quedado. Después de realizar el examen hace casi un mes, por fin sabré si logre entrar al tan prestigioso colegio Boston, todos pensarían que por ser colegio solo pagas y ya, pero no, al parecer los niñitos hijos de papi que entran aquí tienen algo más que sólo aire en la cabeza.

-¿Quieres? -La voz de Felipe me saca de mis pensamientos.

-¿Qué-es-eso? -Señalo con desdén un vaso en su mano con contenido dudoso.

-Tú, tómale.

-No, soy muy joven para morir.

-Exagerada. -Tomo un poco de su...¿bebida? Llamémosle contenido equis, y hace una mueca. -Creí que solo vendríamos tu y yo.

-Estamos solos, ¿ves personas? Por qué si ves personas o escuchas voces será mejor que te llevemos con un amigo, se llama psicólogo y te dará una paletita si te portas bien. -Intenta parecer serio pero una sonrisa aparece en tu rostro y me mira escéptico.

-Sé lo que es un psicólogo, Sam.

-¡Rayos! Bueno pero te dará paletitas.

-Seguro, princesa. -Se aleja un poco para dejar el resto del contenido equis en un bote de basura y regresa para sentarse a mi lado en la pequeña banca. Desde aquí se puede observar a los especímenes del colegio, los de reingreso saben por dónde moverse y lucen como un león buscando pequeñas presas y a excepción de unos pocos, los de nuevo ingreso son como gacelas, caminan temerosos, no hablan con casi nadie, solo quieren ver sus resultados y huir a una pradera sin depredadores. -¿En qué piensas?

-Animal Planet.

-Claro. -Toma mis mejillas y las gira noventa grados a la izquierda donde un Lucas serio y de apariencia profesional se interpone en mi campo de visión, detrás de él un grupo de leones atrapa a una gacela indefensa, parece que ya encontraron quién les haga la tarea. -Creí que vendríamos solos.

-Eso se supone, Lucas debía ir a ver en qué escuela iba a estar como psi...¡ay!

-¿También él? -Al momento en que lo dice me doy cuenta de que es algo que no pensaba decir, una mano viaja a su boca pero la desvía despistadamente a su barbilla y observa a un grupo de alumnos que salen de un aula.

-¿Qué significa "también"?

-Eh, ¿nada? -Achico mis ojos en su dirección, indagando en su rostro por información.

-Las pruebas, el examen al que te ibas a presentar ¿fue en este colegio?

-Tal vez.

-Felipe...

-Sí, hace dos meses. -Alzo mis manos, ya fue suficiente convivir seis años con él en la primaria para aguantarlo otros tres aquí. -¡Oye! Yo no sabía que tu habías hecho tu examen de admisión aquí, nunca me dijiste en que escuela pensabas estudiar.

-Vine un fin de semana, con Madi, a pedir información y nos dijeron que el examen era el sábado siguiente así que lo presentamos.

-O sea que Mad también va a estar aquí...genial.

-¿Sarcasmo? No, ¿Dónde?

-No, es decir, no me molesta pero...¡joder Sam!

-¿Qué?

-Que así como nos llevamos tu y yo,-Nos señala a cada uno para reafirmar su comentario. -me van a echar por acoso o algo antes de que timbre el descanso del primer día de clases. -Un grupo de mujeres pasan cerca de nosotros y las escucho murmurar sobre lo guapo que está el nuevo profesor de inglés. No es como si yo fuera celosa, pero NO toques a MIS AMIGOS.