—Volveré pronto.
Permanezco un par de minutos parada frente a la puerta sin despegar mi vista de él, sabe que sigo aquí, siempre sabe cuando estoy cerca pero no hace ningún intento de voltear a verme o de preguntar por qué aún no he salido.
Su postura es recta, tensa, cansada. Puedo notar el estrés en sus hombros, en la forma en que recarga su cuerpo en el balcón, sigue mirando a la nada y respirando suavemente, su cabeza gira un poco para ver sobre su hombro pero de inmediato vuelve la vista a la noche. Su cabello esta algo alborotado y trata de peinarlo un poco con sus manos pero fracasa en el intento, se gira para tomar algo de la mesa y lleva la cerveza a sus labios. Sus hombros se levantan y bajan con pesadez, esa es mi señal, el no me quiere aquí.
Lucas, no te entiendo.
El ascensor baja directamente al lobby, al abrirse la puerta veo a James, trae puesta ropa deportiva y está sudado. Hombre ¡apestas!, no me había visto y hay algo de sorpresa en sus ojos cuando levanta la vista, ahí está de nuevo, esa sonrisa empieza a inquietarme.
—Acabo de ver a Max en la entrada, lleva ahí como diez minutos.
—Eh, si. Ya voy, volveré pronto.
—Está bien, que disfrutes tu noche. —Dime que anda mal, por favor Jamie. — ¿Está Lucas arriba?
—En el balcón. —Está incomodo, sus manos van a su cuello y el silencio aparece. —Debo irme. Báñate, apestas.
—Sí, mamá. Anda ya, besos guapa. —Se acerca para darme un beso y lo alejo lo más rápido que puedo, no pase el tiempo que pase arreglándome para terminar apestosa y con olor a sudor, ¡Ew! Ríe entre dientes y se sube al ascensor, me dedica una sonrisa que no alcanza sus ojos y las puertas se cierran. Doy un respingo cuando siento que alguien me toma del brazo y me da vuelta.
—Lo siento, hola Sam. —Max se abre paso entre la gente del lobby conmigo a su lado. —Iremos a un restaurante aquí cerca, espero que sea de tu agrado.
—Claro, mientras no me invites a comer caracoles. —Se separa de mi lado para tomar lugar frente a mí, pone una mano en su barbilla y me repasa con la mirada, asiente en aprobación y una sonrisa lobuna aparece en su rostro. —No había notado lo hermosa que estás está noche.
—Gracias. —El calor sube a mis mejillas debido al cumplido, no estoy acostumbrada a recibir halagos a excepción de los de Lucas y James, pero, esos no cuentan. —Tu tampoco estas nada mal, linda chaqueta.
—Gracias, al venir pensé que un estilo "casual" sería la mejor opción, pero tu opacas mi apariencia. Sin duda serás tú la que brille está noche.
Viste una chaqueta negra sobre una camisa lisa color azul, pantalones de mezclilla negros y zapatos del mismo color. Su rubio cabello esta despeinado y cae húmedo sobre su rosto.
El restaurante es muy lindo, tiene lámparas colgadas en el techo que iluminan todo el lugar, el ambiente es tranquilo y el bullicio de la gente casi imperceptible, está a solo cuatro cuadras y media del hotel por lo que fuimos caminando, claro, Max solo tiene 16 así que tampoco podíamos venir en auto, aún así el trayecto hasta aquí fue entretenido.
Al llegar nos recibe una muchacha que le sonríe con familiaridad y le indica donde está nuestra mesa.
—Te va a encantar la comida, es realmente deliciosa, y no lo digo por decir.
—Ya veremos, seré yo quien juzgue eso. —Digo divertida y el sonríe mientras la ve acompañando a una pareja a otra mesa. —¿Conoces a la chica que nos recibió?
—¿Violeta? Si, es mi prima.
—Wow, es muy linda.
—Si, es preciosa y su novio un completo idiota. —Sus cejas se juntan cuando frunce el seño y una adorable arruga aparece en su nariz, creo que el chico no le cae bien.
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Memorias de una adolescente.♚
Fiksi Remaja¿Quieres saber de qué trata? Tendrás que descubrirlo por ti mismo. Estimado lector, está puede sonar como una historia cliché pero no te dejes engañar por el título, las cosas no son lo que parecen. La protagonista te invita a conocer a su mejor ami...