Capítulo 12 "Despídete de tu flequillo."

869 46 0
                                    

—No puedo creerlo, ¿cuándo pensaban decírmelo? —Lucas luce nervioso y no creo que quiera hablar del tema.

—No paso nada. —En el momento que termino de hablar tres pares de ojos se posan sobre mí.

— ¿A qué te refieres?

—A eso James. No. Paso. Nada.

—Lucas te besó ¿y tú dices que no paso nada?... ¿Ustedes dos? —Deja la pregunta al aire y Lucas salta a responder.

—Joder no. —Luce incomodo con la sola insinuación, ¿tanto le molesta que Felipe lo considerará? —Tú lo has dicho. Es una niña.

—Nunca digas de esta agua no beberé. —Las palabras de Felipe cuelgan sobre la mesa, resuenan en la pizzería como si fuésemos los únicos en el local cuando la verdad es que está a reventar. James lo mira con ¿rabia?, no lo sé pero Lucas baja la mirada y empieza a jugar con sus pulgares, quiere salir de esta situación.

—Jamás le arruinaría la vida así. —Lo dice para el mismo, más para convencerse a sí mismo que a nosotros. Sus palabras son casi un susurro pero todos en la mesa hemos escuchado con claridad. La pizza llega y todos quedamos en silencio mientras Don Roque arregla la mesa para nuestro consumo, James abre la boca para decir algo pero me adelanto con el propósito de poner algo de humor a esta conversación y dejar lo ocurrido en Paris, en París.

—Oye…—Me volteo para ver a Felipe que ya a tomado un trozo de pizza, este detiene la rebanada a centímetros de su boca y me mira expectante. —Entonces, ¿tú y Noelia?

—¡No! ¡Por Zeus! —Casi se ahoga con su propia saliva, lo bueno es que el comentario salió antes de que le diera un bocado a la pizza porque de ser así ya tendrían que estarle practicando la de Heimlich.—Definitivamente no. —Los cuatro reímos ante su reacción y su respuesta, y dejamos a un lado la plática que tanto problema causó.

~~~~•~~~~

El tema de conversación no volvió a girar en torno al viaje a excepción de cuando hablamos de Charly. Felipe está contento de tener noticias de mi hermano y de poder verlo de nuevo, después de tanto tiempo, en la graduación. Nos dieron cerca de las 7:30 en Piero´s, pasamos a casa de Lucas por mi celular y mi mochila, dejamos a Felipe de paso y me despedí de Jamie con un beso de buenas noches.

— ¿Sam? —Lucas se ofreció a llevarme a casa pese a que a Felipe le quedaba más cerca. Hemos pasado todo el camino en silencio con la radio como fondo, él con la vista fija en la carretera y yo, con la vista hacia la ventana. Puedo observarlo desde el rabillo del ojo, traga saliva pero no vuelve a llamarme.

— ¿Si?

—Amor, ¿estás molesta pequeña?

—No.

—Lamento haberte besado. —Empieza a tamborilear con los dedos el volante, su mirada aún hacia las calles girando en cada esquina con precaución, va más lento de lo normal y se que es porque hay algo que quiere decirme.

—No importa. —Está noche mamá estará en casa, quiero verla antes de que se vaya de viaje de nuevo en unos días, aún no le he contado lo de Charly pero sé que le emocionara saber de su hijo. Estoy a punto de decir algo al notar que Lucas permanece en silencio pero el sonido de su risa me hace girar hacia él. — ¿Qué te causa tanta gracia?

—Te besé para evitar que el idiota de Max no arruinara tu primer beso.

—Si… ¿y?

—Creo, que fue ESTE idiota quien lo arruinó. —Dice señalándose a si mismo. Me mira directo a los ojos, solo un instante pero puedo notar en ellos el brillo previo al llanto.

Memorias de una adolescente.♚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora