Capítulo 25 "¿Modelo?"

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¿Por qué al cerebro humano se le ocurre pasar todas las películas de terror que has visto cuando necesitas ir al baño a mitad de la noche? No tengo idea, pero sucede.

Escucho un sonido proveniente del exterior y siento que en cualquier momento aparecerá un asesino serial por la ventana. ¿Por qué serial? Sencillo, dan más miedo que un asesino cualquiera, estos tienen experiencia y muchas víctimas.  Escucho el ruido del abanico al pasar por el cuarto de Jamie, en estos momentos agradezco infinitamente que su desordenado ser haya dejado el bate frente a la puerta del cuarto de Lucas aunque hace unos momentos me tropecé con el. Dato curioso: la única función del dedo chiquito del pie es chocar contra cualquier objeto a la vista.

Sí, mi pequeño e inocente dedito chocó contra el bate, ¡solté más tacos en un minuto de los que he soltado en toda mi vida! ¿Lucas? Es la tercer noche que no llega a casa. ¿Dónde está? En casa de Alondra me imagino o en algún hotel y dudo mucho que estén viendo televisión. ¡Equis! No me interesa.

La puerta principal se abre y los tortolitos entran derramando miel, casi puedo ver corazones y unicornios flotar a su alrededor, ¡ew! No se han percatado de mi presencia, creo que es mejor así. Una vez estando ellos dentro de la habitación, tomo mi chaqueta de la barra del desayuno y salgo a la calle con mi celular y un par de audífonos. Creo que volveré a pasar las noches en casa, con mamá y Charly, al menos así no me enteraré de si Lucas llega o no a la casa, ¿el problema? tendré que despertar más temprano, si quiero llegar a tiempo a la escuela.

Comienzo a caminar hacia la avenida, noche en que Lucas no llega a casa o llega a altas horas de la madrugada, noche que yo salgo a caminar y no duermo bien. Un pesado suspiro abandona mi cuerpo pero no aligera la sensación de reemplazo; Lucas ya casi no pasa tiempo conmigo, si no está en su oficina está con Ale, ¡ya ni siquiera comemos con él!

Siento el teléfono detenerse en medio de I Love It de Icona Pop y comenzar a vibrar. Nuevo mensaje.

De James Fernández: ¿Lo escuchaste, cierto?

Para James Fernández: Les sobra amor, no podía dormir…"ESO" estaba en mis sueños, salí a caminar.

De James Fernández: Espero que "ESO" sea el payaso y no..., ten cuidado, Charly dice que para la próxima lo despiertes y él va contigo, él…no yo, yo duermo. Besos.

Decido no contestarle y dejar que siga durmiendo, o lo intente. Me detengo en un parque, busco una canción que sirva para distraerme y con Pignoise como música de fondo me pierdo en un profundo sueño.

~~~~•~~~~

~N. Lucas.

Al despertar siento el peso de otra persona en la cama, Sam es la primera en pasar por mi mente pero ese aroma a flores no es de mi niña. Alondra. ¿Quién si no?

Me escurro bajo las sabanas hasta quedar a su lado, levanto un poco la tela que la cubre con la esperanza de encontrarla vestida pero no, no tiene ni un gramo de ropa encima. ¡Diablos! Es hermosa, debo admitirlo, pero no es…bueno, el punto es que estoy con ella y no con…ella.

—Buenos días. —Susurro en su oído, siento su cuerpo estremecerse bajo mi tacto, mi mano recorre libre su cuerpo, de la nuca hasta el nacimiento de sus caderas y se detiene ahí.

—Hola. —Su voz suena gruesa, gira su rostro hasta que su frente roza la mía. No sé qué diablos pasó anoche, joder.  Me besa los labios, ¡hola, hay algo que se llama cepillo de dientes! Me alejo disimuladamente de ella y pongo mi cabeza sobre su espalda, lejos de su aliento matutino.

—¿Dormiste bien?

—¿Acaso dormimos? —Ay no, ¿me acosté contigo? Dos semanas dejándolo en besos y caricias para terminar acostándome contigo. ¡Genial, Lucas! ¡Vas tremendamente bien, amigo!

Memorias de una adolescente.♚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora