Memorias de una adolescente.♚

Capítulo 13 "Tranquila kamikaze."

—Estúpida, estúpida, estúpida. ¡AY!

—Lo siento, Sam…esto no se ve bien.

—Felipe, se serio, ¿qué tan grave es?—Toma un largo y profundo suspiro, esto no está nada bien. Te mataré, no sé dónde, cuándo o cómo…pero lo haré Noelia.

—Dile adiós.

—¡No!

—Piénsalo así, es un nuevo look para la graduación.

—Ah por uvas con el look, yo quiero mi flequillo.—Al parecer Noelia embarró muy bien su goma de mascar, tenemos más de dos horas intentando sacarla de mi cabello sin darle mate a mi flequillo pero todo el esfuerzo es en vano, ya he visto caer varios centímetros de mi cabello y Felipe ya no sabe que mas hacer.

—¿Dónde está Lucas?

—Yo que sé. ¿Y Ezra?

—Bueno y a ti ¿qué te ha dado por llamarle Ezra a James?

—Me gusta su nombre, es poco común.—Me encojo de hombros y hago una mueca al ver otro mechón de cabello caer frente a mis ojos. Estúpida arroz.

—Adiós mechoncito.—Le hace señas al cabello mientras cae sacándome una sonrisa.—¿Sabes que Ezra es Esdras pero en inglés?

—No me importa.—Hablando del Rey de Roma, James entra a la sala de maestros y se para frente a mí.

—Oh por… ¿qué te paso?

—Noelia.—Respondemos Felipe y yo al unisonó, James lleva una mano a su boca con fingida preocupación pero sé que esconde una sonrisa, no es gracioso, no es nada gracioso.

—¡Joder Sam! ¿Por qué?

—Larga historia Fernández, ¿y Lucas?

—Le llamaron del instituto San Marcos, la vida de becario, ya sabes.

—Ya. Pero, obtiene su doctorado este semestre, ¿cierto?

—Eso creo.

—Vaya hermano, ¿sabes cómo se llama?

—¿Has visto a doña dramas?—Pregunta James a Felipe y este último solo ríe y niega con la cabeza.

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Mi flequillo murió, no hubo nada que pudiéramos hacer, fue un procedimiento delicado y al final…no pudo salir de esta. Lucas llego a tiempo para salvarme de la trasquilada que Felipe me estaba haciendo pero al llegar a la peluquería, la joven que me atendió solo me dijo “Cariño, tengo que quitarte eso”, señaló con asco mi cabeza y después, bueno, hubo un ligero berrinche de mi parte pero todo salió bastante bien.

—Aún no puedo creer que hayas mordido a la peluquera. —James se dobla en el asiento del auto, no ha parado de reír desde que salimos de la peluquería, Felipe no nos acompañó pero nos alcanzará mas tarde en Mikey’s.

—No la mordí.—Digo en apenas un susurro y Lucas empieza a reír junto a su hermano, ¡para amigos!

—¿Qué fue? ¿Un cariñito?

— ¡Equis!

—Mi amor, cuántas veces te he dicho que no puedes morder a las personas.

—Si puedo.

—Lo siento, permíteme corregirme, NO DEBES morder a las personas.

—Fue en defensa propia.—Alego y me cruzo de brazos, las risas cesan, al menos por parte de Lucas. Me inclino entre los asientos delanteros para subirle el volumen a la radio, a lo lejos veo a Ed caminando por la calle. —¡Frena! —El carro se detiene con un chirrido por parte de las llantas y Lucas estaciona cerca de Ed, al verlo pone los ojos en blanco y me mira por el retrovisor.