Capítulo 49

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Él se encogió de hombros.
- No tenía otra cosa que hacer — Aunque lo dijo con un tono despreocupado, algo en su actitud traicionaba su pretendida indiferencia.
- Aún así, te lo agradezco mucho —l e dijo ella mientras entraba y miraba todo el trabajo que había hecho. Con el corazón en la garganta, colocó las manos sobre la cama de caoba — Ésta era la cama de mi abuela — le dijo — Todavía escucho la voz de mi madre cuando me contaba cómo mi abuelo la hizo para ella. Era carpintero.
Con la mandíbula tensa, Niall contempló la mano de _____.
- Es duro, ¿verdad?.
- ¿Qué?.
- Dejar que los seres amados se vayan.
______ sabía que Niall hablaba desde el fondo de su corazón. El corazón de un padre que añoraba a sus hijos.
Aunque la pesadilla ya no le persiguiese por las noches, ella le oía susurrar sus nombres, y se preguntaba si era consciente de la frecuencia con la que soñaba con ellos. Se preguntaba cuántas veces al día pensaba en ellos y sufría por su muerte.
- Sí — le contestó en voz baja — pero tú lo sabes mejor que yo, ¿no es cierto?.
Niall no contestó.
______ dejó que su mirada vagara por la habitación.
- Supongo que ya va siendo hora de seguir adelante, pero te juro que aún puedo escucharlos, sentirlos.
- Es su amor lo que percibes. Aún está dentro de ti.
- ¿Sabes? creo que tienes razón.
- ¡Eh! — gritó Selena desde la puerta, interrumpiéndolos — Chris está encargando una pizza, ¿les apetece comer algo?
- Sí — contestó ______.
- ¿Y tú? — le preguntó Selena a Niall.
Niall sonrió a _____.
- Me encantaría comer pizza.
_____ soltó una carcajada al recordar cómo Niall le había pedido pizza la noche que lo invocaron.
- Vale — dijo Selena — pizza para todos.
Niall le dio a ____ los anillos de su madre.
- Los encontré en el suelo.
Se acercó a la cómoda para guardarlos, pero se detuvo. En lugar de eso, se los colocó en la mano derecha y, por primera vez después de unos cuantos años, se sintió reconfortada al verlos.
Al salir de la habitación, Niall cerró la puerta.
- No — le dijo _____ — déjala abierta.
- ¿Estás segura?.
Ella asintió.
Cuando entraron en su dormitorio, vio que Niall también lo había ordenado. Pero al contemplar las estanterías que habían guardado sus libros, ahora vacías, se le rompió de nuevo el corazón. En esta ocasión no protestó cuando Niall cerró la puerta.
Horas más tarde y después de haber comido, ______ pudo convencer a Selena y a Chris de que se fueran.
- Estoy bien, de verdad — les aseguró por enésima vez en la puerta. Agradecida por la presencia de Niall, colocó la mano sobre su brazo — Además, tengo a Niall.
Selena la miró con severidad.
- Si necesitas algo, me llamas.
- Lo haré.
Sin sentirse segura del todo, _____ cerró la puerta principal y subió a la habitación. Niall la siguió. Se tumbaron en la cama, uno junto al otro.
- Me siento tan vulnerable... — susurró.
Él le acarició el pelo.
- Lo sé. Cierra los ojos y duerme tranquila. Estoy aquí. Yo te mantendré a salvo.
La rodeó con sus brazos y ella suspiró, reconfortada. Nadie la había consolado nunca como él lo hacía.
Tardó horas en dormirse. Cuando lo hizo, estaba rendida. Se despertó con un silencioso grito.
- Estoy aquí, ______.
Escuchó la voz de Niall a su lado y se calmó al instante.
- Gracias a Dios que eres tú — murmuró — Tenía una pesadilla.
Niall depositó un ligero beso en su hombro.
- Lo sé.
Ella le dio un apretón en la mano antes de salir de la cama y prepararse para ir al trabajo. Cuando intentó vestirse, le temblaban tanto las manos que no fue capaz de abotonarse la camisa.
- Déjame a mí — se ofreció Niall, apartándole las manos para poder hacerlo él — No tienes por qué estar asustada, _____. No dejaré que ese tipo te haga nada.
- Lo sé. Sé que la policía lo atrapará y, entonces, todo habrá acabado.
Él no contestó, y siguió ayudándola a colocarse la ropa. Una vez estuvieron preparados, _____ condujo hasta la consulta, situada en el centro de la ciudad. Tenía un nudo tan grande en el estómago que le costaba respirar. Pero no podía encerrarse. No iba a dejar que Rodney controlara su vida. Ella era la que llevaba las riendas y nadie iba a cambiar eso. No sin luchar. No obstante, estaba muy agradecida por la presencia de Niall. La reconfortaba de tal modo que no quería pensar demasiado a fondo en el porqué.
- ¿Cómo se llama esto? — preguntó Niall cuando entraron al antiguo ascensor del edificio de finales de siglo.
Ella le enseñó cómo tirar para cerrar la puerta y, de inmediato, percibió la incomodidad de Niall al quedarse encerrados.
- Es un ascensor — le explicó _____ — Aprietas estos botones y subes a la planta que quieres. Yo trabajo en el último piso, que es el octavo — Y apretó el botón de diseño antiguo.
Niall se puso aún más nervioso cuando comenzaron a ascender.
- ¿Es seguro?.
Ella alzó una ceja y lo miró con curiosidad.
- No me puedo creer que el hombre que se enfrentaba sin miedo a los ejércitos romanos esté ahora asustado de un simple ascensor.
Niall le dedicó una mirada irritada.
- Sé lo que son los romanos, pero esto me resulta desconocido ____ le rodeó el brazo con el suyo. - No es muy complicado. — Señaló a la trampilla del techo — Sobre esa puertecilla hay unos cables que suben y bajan la cabina, y también hay un teléfono — dijo, señalando el intercomunicador situado bajo los botones — Si el ascensor se queda atascado, lo único que hay que hacer es apretar el botón del teléfono y, el equipo de emergencia acudirá de inmediato. Los ojos de Niall se oscurecieron. - ¿Y suele quedarse atascado con mucha frecuencia?. - La verdad, no. Llevo trabajando en este edificio cuatro años y no ha sucedido ni una sola vez. - Y si no estabas dentro, ¿ cómo lo sabes? - Los ascensores tienen una alarma que se activa si se quedan atascados. Confía en mí, si nos quedamos encerrados aquí dentro alguien nos oirá. Niall dejó vagar su mirada alrededor del reducido espacio y, por la luz que había en sus ojos _____ supo las malvadas ideas que le pasaban por la cabeza. - ¿Puedes hacer que se detenga a propósito?. Ella se rio a carcajadas. - Sí, pero no quiero que me pillen en flagrante delito en el trabajo. Él inclinó la cabeza y depositó un leve beso en su mejilla. - Pero ser pillado en flagrante delito en el trabajo puede ser muy divertido. _____lo abrazó con fuerza. ¿Qué había en él que le hacía sentirse feliz? Sin importar lo que ocurriera, Niall siempre conseguía que las cosas fueran mucho más divertidas. Más brillantes.
- Eres malo — le dijo, y se apartó de él de mala gana. - Cierto, pero te encanta. Ella volvió a reírse. - Tienes toda la razón. Me encanta que seas malo. Las puertas se abrieron y _____ se encaminó hacia su consulta, situada muy cerca del ascensor. Niall la siguió. Lisa los miró cuando entraron y abrió los ojos de par en par. Sus labios dibujaron una amplia sonrisa al contemplar a Niall. - Doctora ______ — dijo, jugueteando con un mechón rubio de sus cabellos — su novio es una bomba. Meneando la cabeza, ____ los presentó y, después, le enseño a Niall su consulta. Él se quedó de pie, observando a través de los ventanales mientras ______ encendía el ordenador y dejaba el bolso en el cajón de su escritorio. Ella se detuvo al percibir que Niall la miraba fijamente. - ¿De verdad vas a pasarte todo el día aquí?. Él se encogió de hombros. - No tengo nada mejor que hacer. - Te vas a aburrir. - Te aseguro que estoy más que acostumbrado al aburrimiento. Lo malo era que ____ lo sabía. Colocó una mano sobre su mejilla al imaginárselo dentro del libro, solo, encerrado en la más completa oscuridad. Se puso de puntillas y lo besó con ternura. - Gracias por acompañarme hoy. No creo que hubiera podido estar aquí de no ser por ti. Él mordisqueó sus labios.

El dios del sexo (Niall Horan y tu) HotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora