Aterrizaron a salvo en el otro carril, un segundo antes de que otro coche colisionara con el primero y se abalanzara directamente sobre ellos. Horrorizada, ____ observó cómo Niall se subía de un salto a la capota de un viejo Chevy, se deslizaba por el parabrisas y se dejaba caer al suelo, rodando unos cuantos metros hasta detenerse por fin y quedarse inmóvil, tendido de costado. El caos invadió la calle, que se llenó de gritos y chillidos, mientras la multitud rodeaba el escenario del accidente. ___ no podía dejar de temblar. Aterrorizada, cruzó la muchedumbre, intentando llegar al lugar donde había caído Niall.
- Por favor, que esté bien; por favor, que esté bien — murmuraba una y otra vez, suplicando que hubiesen sobrevivido al golpe. Cuando logró atravesar la marea humana y llegó al lugar donde había caído, vio que Niall no había soltado al niño. Aún lo tenía firmemente sujeto, a salvo entre sus brazos. Incapaz de creer lo que veía, se detuvo con el corazón desbocado. ¿Estaban vivos?
- No he visto nada igual en mi vida — comentó un hombre tras ella.
Todos los congregados eran de la misma opinión. Cuando vio que Niall comenzaba a moverse, se acercó muy despacio y muy asustada.
- ¿Estás bien? — escuchó que le preguntaba al niño.
El pequeño contestó con un lastimero aullido. Ignorando el ensordecedor grito, Niall se puso en pie, lentamente, con el niño en brazos. ¿Cómo se las había arreglado para mantener cogido al pequeño?. Se tambaleó un poco y volvió a recuperar el equilibrio sin soltar al niño. ____ le ayudó a mantenerse en pie sujetándole por la espalda.
- No deberías haberte levantado — le dijo cuando vio la sangre que le empapaba el brazo izquierdo.
Él no pareció prestarle atención. Tenía una extraña y lúgubre mirada.
-¡Shh! Ya te tengo — murmuró — Ahora estás a salvo.
Esta actitud la dejó asombrada. Aparentemente, no era la primera vez que consolaba a un niño. Pero, ¿ cuándo habría estado un soldado griego cerca de un niño?. A menos que hubiera sido padre. La mente de ____ giraba a velocidades de vértigo, sopesando las posibilidades, mientras Niall dejaba a la llorosa criatura en brazos de su madre, que sollozaba aún más fuerte que el niño. ¡Señor!, ¿era posible que Niall hubiese tenido hijos?. Y si era cierto, ¿ dónde estaban esos niños?. ¿Qué les habría sucedido?.
- Steven — gimoteó la mujer mientras abrazaba al niño — ¿Cuántas veces tengo que decirte que no te alejes de mi lado?.
- ¿Está bien? — preguntaron al unísono el padre del niño y el conductor, dirigiéndose a Niall.
Haciendo una mueca, se pasó la mano por el brazo izquierdo para comprobar los daños sufridos.
- Sí, no es nada — contestó, pero ___ percibió la rigidez de su pierna izquierda, donde le había golpeado el coche.
- Necesitas que te vea un médico — le dijo, mientras Selena se acercaba.
- Estoy bien, de verdad — le contestó con una débil sonrisa, y entonces bajó la voz para que sólo ella pudiese escucharle — pero he de confesar que los carros hacían menos daño que los coches cuando te chocabas con ellos. A ____ le horrorizó su inoportuno sentido del humor.
- ¿Cómo puedes bromear con esto?, creía que habías muerto.
Él se encogió de hombros. Mientras el hombre le daba profusamente las gracias por haber salvado a su hijo, ____ echó un vistazo a su brazo; la sangre manaba justo por encima del codo, pero se evaporaba al instante, como si se tratara de un efecto especial propio de una película. De pronto, Niall apoyó todo su peso sobre la pierna herida, y la tensión que se reflejaba en su rostro desapareció. ____ intercambió una atónita mirada con Selena, que también se había percatado de lo que acababa de suceder. ¿Qué demonios había hecho Niall?. ¿Era humano, o no?.
- No puedo agradecérselo lo suficiente — insistía el hombre — creía que los dos habían muerto.
- Me alegro de haberle visto a tiempo — susurró Niall. Extendió la mano hacia el niño. Estaba a punto de acariciar los castaños rizos del pequeño cuando se detuvo. ____ observó las emociones que cruzaban por su rostro antes de que él recuperara su actitud estoica y retirara la mano. Sin decir una palabra, volvió al aparcamiento.
- ¿Niall? — le llamó, apresurándose para darle alcance — ¿De verdad estás bien?.
- No te preocupes por mí, _____. Mis huesos no se rompen, y rara vez sangro — en esta ocasión, la amargura de su voz era indiscutible — Es un regalo de la maldición. Las Parcas prohibieron mi muerte para que no pudiera escapar a mi castigo.
____ se encogió al ver la angustia que reflejaban sus ojos. Pero no sólo estaba interesada en el hecho de que hubiese sobrevivido al accidente, también quería preguntarle sobre el niño, sobre su modo de mirarlo como si hubiese estado reviviendo una horrible pesadilla. Pero las palabras se le atragantaron.
- Tío, te mereces una recompensa — le dijo Selena al alcanzarles — ¡Vamos a la Praline Factory!
- Selena, no creo que...
- ¿Qué es Praline ? — preguntó él. - Es ambrosía cajun — explicó Selena — Algo que debería estar a tu altura. En contra de las protestas de ____, Selena les condujo hacia la escalera mecánica. Subió al primer escalón y se dio la vuelta para mirar a Niall, que subía en medio de las dos. - ¿Cómo hiciste para saltar sobre el coche? ¡Fue increíble! Niall encogió los hombros. - ¡Vamos, hombre no seas modesto!. Te parecías a Keanu Reeves en Matrix. ____, ¿te fijaste en el movimiento que hizo?. - Sí, lo vi — dijo en voz queda, percibiendo lo incómodo que se sentía Niall ante los halagos de Selena. También percibió la forma en que las mujeres a su alrededor lo miraban boquiabiertas. Niall tenía razón. No era normal. Pero, ¿ cuántas veces podía contemplarse un hombre como él en carne y hueso?, ¿un hombre que exudara ese brutal atractivo sexual?. Era un saco de feromonas andantes. Y ahora un héroe. Pero, sobre todo, era un misterio; al menos para ella. Se moría por conocer unas cuantas cosas sobre él. Y, de una u otra forma, conseguiría averiguarlas durante el mes que tenían por delante. Cuando llegaron a la Praline Factory, en el último piso, ____ compró dos Pralines de azúcar y nueces y una Coca Cola. Sin pensarlo dos veces, le ofreció un praline a Niall. Pero en lugar de cogerlo, él se inclinó y le dio un bocado mientras ella lo sostenía.
Paladeó el sabor azucarado de una forma que hizo que a ____ le subiera la temperatura; sus ojos no dejaron de mirarla mientras degustaba el dulce, como si deseara que fuese su cuerpo lo que saboreaba en aquel momento. -Tenías razón — dijo con esa voz ronca que hacía que se le pusiese la piel de gallina — Está delicioso. - ¡Guau! — dijo la vendedora desde el otro lado del mostrado — Ese acento no es de por aquí cerca. Usted debe venir de lejos. - Sí — contestó Niall — No soy de aquí. - ¿Y de dónde es?. - De Macedonia. - Eso no está en California, ¿verdad? — preguntó la chica —.Parece uno de esos surferos que se ven por la playa. Niall frunció el ceño. - ¿California?. - Es de Grecia — informó Selena a la chica. - ¡Ah! — exclamó ella. Niall arqueó una acusadora ceja. - Macedonia no es... - Colega — dijo Selena, con los labios manchados de praline — por estos contornos puedes sentirte afortunado si encuentras a alguien que conozca la diferencia. Antes de que ____ pudiera responder a las bruscas palabras de Selena, Niall le colocó las manos en la cintura y la alzó hasta apoyarla sobre su pecho. Se inclinó y atrapó su labio inferior con los dientes para, acto seguido, acariciarlo con la lengua. A ___ comenzó a darle vueltas todo tras el tierno abrazo. Niall profundizó el beso un momento antes de soltarla y alejarse de ella.
- Tenías azúcar —le explicó con una traviesa sonrisa, que hizo que sus hoyuelos aparecieran en todo su esplendor. ____ parpadeó, sorprendida ante lo rápido que su beso había despertado su pasión, y lo refrescante que parecía al mismo tiempo.
ESTÁS LEYENDO
El dios del sexo (Niall Horan y tu) Hot
Hayran KurguUna Antigua Leyenda Griega. Poseedor de una fuerza suprema y de un valor sin parangón, fue bendecido por los dioses, amado por los mortales y deseado por todas las mujeres que posaban los ojos en él. No conocía la ley, y no acataba ninguna. Su habil...