Capítulo 55

292 10 3
                                    

Los días siguientes fueron los mejores de la vida de ____. Una vez se acostumbró a la regla que Niall impuso, que prohibía los besos y las caricias íntimas e incitantes, desarrollaron una relación agradable que fue casi una sorpresa para ella.
Pasaba los días en el trabajo, almorzaba a menudo con Niall y Selena, y dedicaba las noches a tumbarse entre sus maravillosos brazos.
Sin embargo, con cada día que pasaba, saber que iba a abandonarla a final del mes la dejaba destrozada.
¿Cómo iba a soportarlo?
Aunque la idea no abandonaba nunca su mente, se negó a pensar en eso constantemente. Viviría el momento y se preocuparía del mañana cuando llegara.
El sábado por la noche quedaron con Selena y Chris en Tip's, en el Barrio Francés. Aunque con bastante más afluencia de turistas que el original Tippitinas's, era la noche de Zydeco y ella quería que Niall escuchara la música que Nueva Orleáns había hecho famosa.
- ¡Eh! — Les dijo Selena mientras se aproximaban a la mesa, en el fondo del local —. Empezaba a preguntarme si ibais a dejarnos colgados.
______ se sintió enrojecer al recordar el motivo de su retraso. Algún día de estos aprendería a cerrar la puerta del baño mientras se duchaba...
- Hola Niall, _____ — les saludó Chris.
_____ sonrió al ver la escayola del brazo de Chris que Selena había decorado con pintura fluorescente.
Niall inclinó la cabeza a modo de saludo mientras retiraba una silla para que _____ se sentara y, después, hizo lo propio a su lado. En cuanto apareció el camarero pidieron cervezas y nachos, y Selena comenzó a seguir el ritmo de la música golpeando la mesa con la mano.
- Vamos, Selena —dijo Chris, malhumorado—. Será mejor que bailemos antes de que tenga que matarte por ese ruidito insoportable.
Con una ligera punzada de envidia, _____ observó cómo se alejaban.
- ¿Te gustaría bailar? — le preguntó Niall.
A ella le encantaba bailar, pero no quería que Niall pasara un mal rato. En su mente no había dudas de que él no sabía bailar música moderna. Pero, aún así, fue una invitación muy tierna por su parte.
- No, no pasa nada.
Pero él no la escuchó. Se puso en pie y le tendió la mano.
- Sí, claro que vas a bailar.
Tan pronto como llegaron a la pista de baile, _____ comprendió que aquel hombre bailaba tan bien como besaba.
Niall conocía cada paso y daba la sensación de que había nacido bailando. De hecho, sus movimientos eran elegantes sin perder el toque masculino y fascinante. ____ nunca había visto a nadie bailar así. Y por las envidiosas miradas femeninas que sentía clavadas en ella, podía imaginarse que todas aquellas mujeres tampoco habían presenciado antes nada semejante.
Cuando el grupo terminó de tocar se sentía excitada y estaba sin aliento.
- ¿Cómo...?
- Fue el regalo de Terpsícore — le contestó Niall mientras le pasaba el brazo por los hombros y la mantenía fuertemente pegada a su cuerpo.
- ¿De quién?
- De la musa de la danza.
______ sonrió.
- Recuérdame que le envíe una nota de agradecimiento.
Al comenzar la siguiente canción, Niall miró fijamente a su izquierda y frunció el ceño.
- ¿Pasa algo? — preguntó ella, mientras seguía la dirección de su mirada.
Él meneó la cabeza y se frotó los ojos.
- Debo estar viendo visiones.
- ¿Qué has visto?
Niall volvió a mirar entre la multitud, buscando al hombre rubio y alto que acababa de ver por el rabillo del ojo. Aunque apenas había captado su imagen, juraría que se trataba de Kyrian de Tracia.
Con algo más de uno noventa de estatura, a Kyrian siempre le había resultado difícil perderse entre la multitud y, además, su modo de andar era bastante distintivo, ya que tenía un aura letal.
Pero pensar que Kyrian estuviese en esa época era algo imposible. Debía ser la locura que volvía a hacer mella en él; ahora comenzaba a ver visiones.
- Nada — contestó.
Apartó el tema de su mente y la miró con una sonrisa. La siguiente canción era lenta y la atrajo hacia sus brazos, manteniéndola muy cerca de su cuerpo, al tiempo que se movían suavemente al ritmo de la música. ____ le rodeó el cuello y apoyó la cabeza en su pecho; podía inhalar el cálido aroma a sándalo que desprendía Niall. No sabía cómo, pero aquel olor conseguía que perdiera la cabeza por completo y que la boca se le hiciera agua.
Con la mejilla apoyada sobre la cabeza de ______, Niall comenzó a acariciarle el pelo mientras ella escuchaba los latidos de su corazón. _____ podría quedarse así para siempre.
Pero la pieza terminó demasiado pronto. Y después de dos canciones rápidas, ____ tuvo que regresar a su asiento. Simplemente, no tenía el aguante de Niall.
Al encaminarse hacia la mesa, se dio cuenta de que Niall ni siquiera tenía la respiración alterada; pero eso sí, su frente estaba cubierta de sudor.
Él le apartó la silla. Se sentó muy cerca de ella y cogió su jarra de cerveza para tomar un gran trago.
- ¡Niall! — dijo Selena con una carcajada —. No tenía ni idea de que podías moverte así.
Chris puso los ojos en blanco.
- ¿Pensamientos lujuriosos de nuevo, Selena? Selena le dio un puñetazo a su marido en el estómago.- Sabes que no es eso. Tú eres el único juguete con el que me apetece jugar. Chris miró a Niall con escepticismo.- Sí, claro. _____ vio cómo el rostro de Niall se ensombrecía.- ¿Estás bien? — le preguntó. Él le contestó con su sonrisa plagada de hoyuelos y a ella se le olvidó la pregunta. Permanecieron sentados en silencio escuchando al grupo, mientras Niall y ____se ofrecían nachos el uno al otro. Cuando ____ apartó la mano de los labios de él, Niall la capturó y se la llevó de nuevo a la boca para chupar un poco de queso que se le había quedado pegado en la yema de un dedo. Pasó la lengua sobre su piel y ___ sintió que el cuerpo le estallaba en llamas. No pudo más que reírse al notar cómo el deseo la consumía. Cómo deseaba haberse quedado en casa. ¡Le encantaría quitarle la ropa a Niall y lamer queso fundido sobre su cuerpo toda la noche! Definitivamente, iba a añadir Cheez Whiz a la lista de la compra. Con los ojos brillantes, Niall llevó la mano de _____ hasta su regazo y comenzó a mordisquearle el cuello antes de apartarse y tomar otro trago de cerveza. - Selena — le dijo Chris llamando la atención de su esposa, que estaba mirando a ____ y Niall. Le ofreció una servilleta —. Seguro que quieres limpiarte la baba que te gotea por la barbilla. Selena puso los ojos en blanco.- _____, necesito ir al baño. Vamos. Niall se echó hacia atrás para dejarla pasar.
Observó cómo _____ se perdía entre la multitud y, casi al instante, las mujeres comenzaron a acercársele. El estómago se le contrajo. ¿Por qué siempre tenían que revolotear a su alrededor? En ese momento, deseó que por una vez en su vida pudiera sentarse tranquilo sin tener que mantener a raya a un puñado de mujeres, de las cuales ni siquiera conocía sus nombres, antes de que empezaran a sobarlo. - Hola nene — coqueteó una atractiva rubia, que fue la primera en llegar a su lado —. Me gusta cómo bailas. ¿Qué tal si...?- No estoy solo — le contestó él, entrecerrando los ojos a modo de advertencia.- ¿Con ella? — se rió la mujer mientras señalaba con un dedo hacia el lugar por donde ____ había desparecido —. Venga ya. Pensaba que habías perdido una apuesta o algo así.- Yo pensé que lo hacía por pena — comentó otra mujer que se acercó junto a una morena. Dos hombres surgieron en ese momento de entre la multitud.- ¿Qué hacéis aquí vosotras tres? — preguntaron los tipos a sus compañeras. Las mujeres contemplaron contritas a Niall.- Nada — ronroneó la rubia, mirándolo por última vez antes de darse la vuelta y marcharse. Los hombres lo miraron furiosos. Él alzó una ceja con un gesto burlón y tomó otro trago de cerveza con total normalidad. Los tipos debieron darse cuenta de que la idea de pelear con él era bastante estúpida, porque se reunieron con sus chicas y se marcharon. Niall suspiró, disgustado. Daba igual la época en la que se encontrara, algunas cosas no cambiaban.

- Oye — le increpó Chris alzándose un poco por encima de la mesa —. Sé que últimamente has pasado mucho tiempo con mi mujer. Por tu bien, espero que no te estés metiendo en mi territorio. ¿Me has entendido? Niall tomó una honda bocanada de aire. Chris no; él no.- Por si no lo has notado, sólo estoy interesado en ______.- Sí, claro — masculló Chris —. No intentes confundirme; ____ me cae muy bien, pero no soy idiota. No puedo creer que seas el tipo de hombre que se conforma con una hamburguesa cuando tiene un montón de jugosos solomillos de ternera esperándolo.- Sinceramente, me importa una mierda lo que creas.

El dios del sexo (Niall Horan y tu) HotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora