Capítulo 48

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- No se preocupe — dijo el hombre —, encontraremos al tipo.
- ¿Y después qué? — preguntó Niall.
- Eso tendrá que decidirlo un tribunal.
Niall lo miró de arriba abajo y soltó un gruñido, asqueado. Tribunales. No entendía cómo un tribunal moderno podía permitir que un animal así estuviese suelto.
- Sé que todo esto es duro — comentó el agente —. Pero necesitamos que compruebe si se ha llevado algo, doctora Klein.
Ella asintió.
A Niall le sorprendió el coraje que demostró al desprenderse de su abrazo y limpiarse las lágrimas. Comenzó a inspeccionar todo aquel desastre. Él se arrodilló a su lado; quería estar cerca por si lo necesitaba de nuevo.
Después de comprobarlo todo concienzudamente, _____ cruzó los brazos sobre el pecho y lanzó una rápida mirada al agente.
- No falta nada — le dijo, y salió de la habitación para ir a la suya.
Entró en ella con mucha aprensión. Un rápido vistazo le indicó que su dormitorio había sufrido los mismos daños que el de sus padres. Había registrado meticulosamente tanto la ropa de Niall como la suya. Toda la lencería estaba tirada por el suelo, había desgarrado las sábanas y el colchón estaba ladeado.
Ojalá Rodney hubiese encontrado la espada de Niall bajo la cama y hubiese cometido el error de tocarla. Eso sí que habría sido una justa recompensa.
Pero no la había visto. De hecho, el escudo aún seguía apoyado sobre la pared, junto a la cama, donde él lo dejó.
______ se sentía casi violada al contemplar toda su ropa esparcida por la habitación; como si las manos de Rodney hubiesen tocado su cuerpo.
En ese momento, vio la puerta del vestidor ligeramente abierta. Estaba muerta de miedo mientras se acercaba para abrirla y mirar en el interior. Entonces se sintió como si el tipo le hubiese arrancado el corazón y lo hubiese aplastado.
- Mis libros — murmuró.
Niall cruzó la habitación para ver lo que _____ estaba mirando. Se quedó sin respiración al llegar junto a ella.
Todos los libros habían sido destrozados.
- Mis libros no — balbució, cayendo de rodillas.
Le temblaba la mano al pasarla sobre las hojas de los libros que su padre había escrito. Eran irremplazables. Jamás podría abrirlos de nuevo y escuchar su voz hablándole desde el pasado. No podría abrir Belleza Negra y oír a su madre mientras se lo leía.
Todo había desaparecido.
Rodney Carmichael acababa de matar de nuevo a sus padres.
_____ se fijó entonces en lo que quedaba de su ejemplar de La Ilíada. Los ojos se le llenaron de lágrimas al recordar la expresión de Niall mientras pasaba sus páginas. Las horas que habían pasado juntos mientras ella lo leía. Habían sido unos momentos muy especiales, mágicos; los dos tumbados frente al sofá, perdidos en la historia, como si hubiesen estado en un reino privado, sólo de ellos dos. Su propio paraíso.
- Los ha destrozado todos — murmuró —. ¡Dios! Ha debido pasar horas aquí.
- Señora, sólo son...
Niall agarró al agente Reynolds por el brazo y lo sacó de la habitación.
- Para ella son mucho más que simples libros — le dijo entre dientes —. No se atreva a burlarse de su dolor.
- ¡Vaya! — exclamó el hombre avergonzado —. Lo siento.
Niall volvió junto a ______.
Sollozaba incontrolablemente mientras pasaba las manos sobre las hojas sueltas.
- ¿Por qué lo ha hecho?
Él la levantó, la sacó del vestidor y la acostó en la cama. Ella no lo soltó. Se aferraba a él con tanta fuerza que a Niall le costaba trabajo respirar, y lloraba como si el corazón estuviese rompiéndosele a pedazos.
En ese momento, Niall quiso matar al hombre que le había hecho esto.
Sonó el teléfono.
______ gritó y forcejeó para incorporarse.
- Shh — le dijo Niall, mientras le limpiaba las lágrimas y la sostenía, impidiendo que se moviera —. No pasa nada. Estoy aquí, contigo.
El agente Reynolds le pasó el teléfono.
- Conteste, por si es él.
Niall miró con furia al hombre. ¿Cómo podía ser tan insensible? ¿Cómo podía pedirle que hablara con ese perro rabioso?
- Hola, Selena — saludó _____, y volvió a estallar en lágrimas mientras le contaba a su amiga lo que había sucedido.
La mente de Niall bullía al pensar en el hombre que había invadido la casa de ____ y la había herido tan profundamente. Lo que más le preocupaba era que el tipo sabía dónde golpear. Conocía a _____. Sabía lo que era importante para ella.
Y eso le hacía mucho más peligroso de lo que la policía sospechaba.
Ella colgó el teléfono.
- Siento mucho haber perdido el control — dijo, limpiándose las lágrimas —. Ha sido un día muy largo.
- Sí, señora, lo entendemos.
Niall observó cómo se recomponía; _____ tenía una fuerza de voluntad que muy pocos hombres poseían.
Acompañó al policía por el resto de la casa.
- No debe haber visto este libro — dijo uno de los agentes con el libro de Niall en la mano, ofreciéndoselo a ella.
Niall lo cogió de las manos de ______. Al contrario que el agente, él no estaba tan seguro. Si el bastardo había intentado romperlo, se habría llevado una desagradable sorpresa.
No podía ser destruido.
No podía ser destruido. Él mismo había intentado hacerlo en incontables ocasiones a lo largo de los siglos. Pero ni siquiera el fuego hacía mella en él. El libro le hizo recordar las palabras de ______. Él se iría en unos cuantos días y ella se quedaría sola, sin nadie que la protegiera. Y esa idea lo enfermaba. Los agentes se marcharon en el mismo instante que Selena llegaba en su coche. Salió del Jeep acompañada de un hombre alto y moreno que llevaba el brazo en un cabestrillo. Selena prácticamente corrió hasta la puerta. - ¿Estás bien? — le preguntó a ______ mientras la abrazaba con fuerza. - Sí — le contestó ella. Miró sobre su hombro y entonces saludó al hombre —. Hola Chris. - Hola ______. Hemos venido a echarte una mano. Ella le presentó a Niall y los cuatro entraron en la casa. Niall detuvo a Selena tan pronto como estuvieron dentro, y la llevó aparte. - ¿Puedes mantenerla un rato aquí abajo? - ¿Por qué? - Tengo que ocuparme de algo. Selena frunció el ceño. - Claro, no hay problema. Esperó hasta que Selena y su marido sentaron a ____ en el sofá. Entonces, fue a la cocina, cogió un par de bolsas de basura y se encaminó al vestidor. Tan rápido como pudo, comenzó a ordenar todo aquel desastre para que ______ no tuviera que verlo de nuevo. Pero con cada trozo de papel que tocaba, su ira crecía. Una y otra vez acudía a su mente la tierna expresión de _____ mientras buscaba un libro entre toda su colección.
Si cerraba los ojos podía ver su pelo desparramado sobre su pecho mientras leía. En ese momento, quiso la sangre de este tipo. - ¡Joder! — exclamó Chris desde la puerta —. ¿Esto lo ha hecho él? - Sí. - Tío, menudo psicópata. Niall no dijo nada y continuó arrojando los papeles a la bolsa. Su alma gritaba, clamando venganza. Lo que sentía hacia Príapo era una leve sombra de lo que en esos momentos pasaba por su mente. Una cosa era hacerle daño a él. Pero herir a ______... Ya podían tener las Parcas compasión de ese tipo, porque él no pensaba tener ninguna. - ¿Llevas mucho saliendo con _____? - No. - Eso me parecía. Selena no te ha mencionado, pero pensándolo bien, tampoco se ha mostrado tan preocupada porque ______ se quedara sola desde su cumpleaños. Supongo que os conocisteis entonces. - Sí. - Sí, no, sí. No eres muy hablador, ¿verdad? - No. - Vale, lo he cogido. Hasta luego. Niall se detuvo cuando encontró la cubierta de Peter Pan. La cogió y apretó los dientes. El dolor lo asaltó de nuevo. Ese libro era el preferido de _______. Lo apretó con fuerza un instante y después lo arrojó a la bolsa con el resto. _____ no fue consciente del tiempo que pasó sentada en el sofá, sin moverse. Sólo sabía que se encontraba muy mal. El golpe de Rodney había sido muy fuerte. Selena le trajo una taza de chocolate caliente. Ella intentó beber, pero le temblaban tanto las manos que tuvo miedo de derramarlo y lo dejó a un lado. - Supongo que necesito limpiarlo todo.

- Ya lo está haciendo Niall — le dijo Chris, que estaba sentado en el sillón haciendo zapping. _____ frunció el ceño. - ¿Qué?, ¿desde cuando? - Hace poco estaba arriba, recogiéndolo todo en el vestidor. Boquiabierta por la sorpresa, ____ subió en su búsqueda. Niall estaba en la habitación de sus padres. Desde la puerta, observó cómo acaba de poner orden y se enderezaba. Dobló los pantalones de su padre de un modo que haría que Martha Stewart hiciese una mueca de dolor, los colocó en el cajón y lo cerró. La ternura la invadió ante la imagen del que fuera un legendario general ordenando su casa para evitar que ella sufriera. Su delicadeza le llegó al corazón. Niall alzó los ojos y descubrió a _____. La honda preocupación que reflejaban sus ojos la reconfortó. - Gracias — dijo ella.

El dios del sexo (Niall Horan y tu) HotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora