🥢──𝐏𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫 𝐀𝐜𝐭𝐨

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Introducción: ¿Quién va a ser qué de qué?

           La primera vez que se conocieron eran unos mocosos de 10 años y fue gracias a Mikey

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           La primera vez que se conocieron eran unos mocosos de 10 años y fue gracias a Mikey. El rubio más bajito le hablaba siempre de un enorme chico igual de genial que Draken, que él siempre le cocinaba cosas deliciosas y lo llevaba a todos lados con su bici.

La curiosidad se convirtió en fastidio luego de innumerables veces que su amigo presumió al niño y Draken creyó que si le demostraba a Mikey lo genial que era dejaría de hablar de ese niño que ya le caía mal y ni lo conocía. El plan era sencillo: fingir interés para que Mikey los presente y ganarle en lo que mejor se le da, las peleas.

Draken confía ciegamente en su fuerza. Ser el niño más grande de su edad lo convirtió en el más fuerte y sabe que nadie lo podría superar.

Hasta que lo vio en persona.

Su mandíbula se desencajó cuando vio a un niño sentado sobre una pila de chicos de secundaria totalmente noqueados. El pelinegro tenía la cabeza baja por estar contando dinero, a simple vista notó la mitad de sus rasgos por la enorme venda que cubría la mitad de su ojo izquierdo, una melena muy mal cortada (como si lo hubiera hecho él mismo) y, lo que llamó por completo la atención de Draken, un tatuaje de dragón en su cuello.

— ¡Satchin! ¡Por aquí!

El niño levantó si rostro para buscar esa voz que lo llamaba por ese ridículo apodo y cuando lo encontró su rostro mostró un enorme fastidio. De un salto se bajó de su improvisado trono para ir con el enano y Ken notó, a cada paso que se acercaba, cómo el niño se hacía más grande.

Hasta qué ambos quedaron cara a cara, con Mikey en medio de ambos titanes.

—... ¿Tú nombre? — preguntó con un pequeño gallo en la garganta. Eso sorprendió a Draken ¡Ese niño estaba madurando antes que él!

—Ryuguji Ken, pero todos me dicen Draken — es tan genial, pensaba el rapado. Jamás lo dirá en voz alta, pero muy dentro suyo envidia la genialidad que desprende ese niño. — Voy a 5to grado en-

Lo sé, todos los niños hablan del peligroso dragón rubio de la primaria 4 — interrumpe aburrido, causando enojo y confusión en Draken. ¿Dragón rubio? ¿A qué se refería? —. Me llamo Sadao Satoru, pero todos me apodaron como Yoru no Ikari*.

¡¡Es tan genial!! Gritó mentalmente Ken fastidiado. No sólo parecía genial, sino que verdaderamente lo era ¡Su apodo era asombroso! Él mismo tuvo que decir su apodo para que todos lo reconozcan así y el amigo de Mikey se ganó ese apodo por su cuenta.

¿Verdad que duele?

— ¿Eh? — Draken se ruborizó al tenerlo demasiado cerca de él, por lo que retrocedió mucho — ¿D-de qué hablas?

𝐏𝐚𝐝𝐫𝐞𝐬 || ᴛʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora