🥢Dieciséis

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Capítulo 16: Decisión

 

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        Apenas llegaron al burdel el rubio cambió su atuendo a su uniforme negro, el otro lo ayudó sin pena ni vergüenza a vestirse y pasó en viceversa cuando tuvieron que ir a la casa de Satoru, solo que Draken lo ayudó a hacerse la trenza. Si pudieran destacar un momento clave, es aquel intenso cruce de miradas que tuvieron cuando entre ambos acomodaron la parte delantera de su uniforme al otro.

De pronto los labios del otro se veían apetitosos... 

Tuvieron esa tensión en el aire aún durante el viaje en moto, las hormonas volaron como nunca entre ellos, pero la fría brisa de la noche logró enfriar ese intenso fuego que planeaba salirse de control. 

Durante el camino se cruzaron con Mikey y más tarde se les unieron los demás miembros de la Toman. Llegaron todos juntos al final de las enormes escaleras del templo, hicieron ruido con las motos un rato y esperaron un momento al resto que faltaba, por órdenes de Mikey.

Fue entonces cuando el pelinegro sintió un peso en su espalda y al girar se volvió a encontrar esos hermosos ojos color miel que derritieron su corazón.

— ¡Sato-chan! Qué bueno que estás aquí. — saluda con una hermosa sonrisa la pequeña rubia.

¿Emma? — pregunta aturdido el otro al tenerla entre sus brazos. Sus ojos se cristalizaron, pero no permitió que ninguna lágrima cayera porque se forzó a sonreír por ella — ¡Mira que grande que estás! ¡Oi, Mikey! ¿Por qué la trajiste?

—Yo no quería, ella insistió. — bufa el hermano mayor con un pequeño puchero. Se acercó para separar a su hermanita del tercero al mando y miró a este — ¿Lo llamaste?

—Si, me prometió que vendría. — aclara mientras observa a su alrededor, intentando buscar aquel ridículo peinado hasta que lo encontró junto a Draken — ¡Oh! ¡Michi!

Satoru corrió hacia su encuentro para abrazar por fuerza el pequeño cuerpo del viajero que no tardó en ponerse demasiado nervioso, Naoto en su tiempo lo había regañado y hasta insultado por haberse topado con el Yoru no Ikari, pero Takemichi sentía que iba por buen camino. Eso y que siendo parte de la Toman iba a ser obvio que tarde o temprano ellos se conocerían.

—Oi, estás asustando a su novia. — avisa Draken serio.

—Espera ¿Novia? — bajó su vista para ver a la pelirroja que lo miraba con un pequeño puchero y él no tardó en ir hacia ella para tomar sus manos. — Ah, bienvenida, Hina-chan.

— ¿Gra-gracias?

—Michi ¿Por qué la expones así? — regaña con fingido enojo el pelinegro, giró su cuerpo a la dirección en la que vino corriendo. — ¡Oi, Emma!

𝐏𝐚𝐝𝐫𝐞𝐬 || ᴛʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora