Ken Ryuguji siente la necesidad de tener a alguien que lo cuide como él cuida a Mikey y a sus amigos. Satoru Sadao siente la necesidad de tener a alguien para darle amor incondicional, ser correspondido y cuidarlo con su vida.
Ambos muchachos serán...
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Sólo costó 1 semana para que la voz se corra rápidamente por todas las pandillas de Tokyo y alrededores, la gran noticia de que el Yoru no Ikari estaba sin protección y que no pertenecía a ninguna pandilla se hizo bastante tendencia. Los líderes estaban hambrientos, se ríen a carcajadas de la estupidez que comentó Sano Manjiro al soltar un diamante en bruto a los pobres, porque quien tenga a Sadao Satoru en su pandilla tiene todas las de ganar.
El chico literalmente es un puto tanque de guerra.
Satoru evitaba a toda costa ir a casa para que no sepan dónde vive, el chico ahora literalmente vivía en la calle por estar escapando de todo el mundo, sus amigos tampoco podían hacer mucho por él sin temer que en el camino hieran a sus seres queridos. Socorrerlo es igual a meter una bomba dentro de tu casa con toda tu familia adentro y el Sadao tampoco se quejó o reclamó, el mismo los está evitando a todos sabiendo el peligro que corren si los ven con él.
Pero cuando se trata de Hanagaki Takemichi esas advertencias no entran en su diccionario japonés.
— ¡Satoruuuu! ¡¿Dónde estaaaas?! — gritó angustiado el rubio. Miró muy preocupado a su alrededor esperando ver al chico, pero no había ni un rastro de él. — Espero que esté bien... Por cierto ¡¿Se puede saber qué hacen ustedes?!
Se giró muy molesto a su grupo de amigos más Chifuyu que seguían al viajero, pero todos escondidos en un mismo arbusto con bigotes falsos y pelucas mal puestas, Akkun era el único normal sin nada encima y Takuya sólo tenía encima unos lentes de sol muy oscuros.
— ¡Shhh! ¡¿No ves que nos expones?! — regaña entre susurros Yamagishi junto a Makoto, ellos llevaban pelucas rubias y lentes de animal print.
—Ustedes solitos se humillan al ponerse eso... — murmura para sí mismo el viajero, lamentando haber seguido por segunda vez un plan de Chifuyu que posiblemente acabe muy mal.
Los chicos comenzaron a caminar distraídos por el barrio hasta que en una esquina se toparon con las espaldas de muchos miembros de los Black Dragons, Takemichi tomó el ejemplo de sus amigos de esconderse detrás de algo enorme, este caso la pared, para ver impactado como algunos se abrieron para esquivar un cuerpo que salió volando del medio.
— ¿Qué está pasando ahí? — preguntó asustado Akkun, no podía imaginar quien podría ser la persona a la que vinieron a atacar.
— ¿No creen que es...? — pregunta Chifuyu como si pensara lo mismo que Takemichi.
Todos se miraron con demasiado miedo a averiguarlo, pero tenían qué si querían encontrar al Sadao. Fueron camuflados por un costado de la gran multitud de personas, intentando llegar al medio a paso lento, cuando un grupo se cayó por ser empujado por un cuerpo pudieron ver con horror quien se encontraba en el medio siendo emboscado suciamente por una pandilla entera.
