quince

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Eddie Kaspbrak;

Los días pasaban muy rápido pero no tanto para mí, me sentía algo sólo y aburrido sin Richie...

Había pasado exactamente una semana desde la última vez que lo vi.

Y aunque parezca algo exagerado es un record de tiempo que hemos pasado "supuestamente" separados.
La verdad es que pasó bastante tiempo desde la última vez que estuvimos juntos y mucho mas tiempo desde que pudimos llegar mantener una conversación larga, no podría llamarla seria ya que nada que tenga que ver con Richie es serio, pero recuerdo que es desde ese momento que Connor no se ha despegado de su lado ni un maldito segundo.

Realmente comenzaba a incomodarme. He empezado a cuestionarme si me veía así al estar tan cerca de Richie. ¡Parecían siameses!

Aunque, Stanley había mencionado que seguiría con su investigación, no había recibido ni una sola novedad sobre la familia oculta de Connor, es decir; ¿En donde carajos se quedaba a dormir?

Esperaba que no en la casa de Richie...

-Que tanto lees, Eddie Spaghetti?-allí estaba otra vez, esa irritante pero extrañable voz, odiaba admitirlo pero sí que lo extrañaba.

Sonreí inconscientemente al escuchar aquella voz, me encontraba en la biblioteca, donde solía pasar casi toda la hora de almuerzo. Levanté la mirada lentamente hasta que pude ver al de gafas, pero mi emoción no duró mucho ya que noté que este rodeaba con sus brazos un cuerpo delgado y pálido, aquel chico de rizos dorados y sonrisa encantadora que tanto detestaba.

Nada más, ni nada menos que; Connor.

-Ya dinos, que lees, Eds?-Connor habló, pero no fue solo su irritante voz lo que me puso de malhumor sino también escuchar aquel apodo por el que me llamó, un apodo que detestaba y sólo le permitía decir a Richie, y sólo era de vez en cuando.

-No me digas Eds.-dije frío y algo distante.- Me encontraba leyendo un libro de medicina, muy interesante, hasta que llegaron ustedes.

Aunque traté de ser amable, luego de pronunciar esas palabras fui consciente que sonaron con demasiada frialdad y posiblemente hirientes.

-Creo que alguien se ha levantado de malhumor-mencionó Connor, de una manera algo burlona y sonriendo de medio lado.

-Realmente me gustaría leer en paz, por favor, sin tanto bullicio...

-Estás diciendo que somos ruidosos?- preguntó Richie, separándose del abrazo con conor y cruzando así sus de brazos, luego agregó-¡Ouch! Sabés muy bien como ser tan cruel conmigo y romper mi corazón, oh dulce Eddie...

No pude evitar rodar mis ojos al escuchar como mi supuesto "mejor amigo" hablaba de una manera extraña y un poco irritante. Me empecé a cuestionar si realmente Richie había sido así de molesto toda su vida, o simplemente era por el hecho que estuviera lado a lado de aquel rubio, el cual no me transmitía ni un mínimo de confianza y tranquilidad.

-¿Pueden sólo callarse? Trato de concentrarme.-pedí, mientras abría mi libro y dedicaba la mayor atención a él

-Oh, por supuesto.- respondió el rizado- ¿Ya podemos irnos, Richie?. Está más que claro que él no nos quiere cerca.-Dijo, encogiéndose de hombros.

-Sí, es más que obvio- admitió Richie. Lo observé de reojo y pude ver que él dirigió su mirada hacia mí, y luego le dijo a Connor- ¿Crees que podrías esperarme afuera por unos cuantos minutos? Me gustaría despedirme de Eddie.

-Está bien, estaré afuera.-Accedió y rápidamente fue camino hacia la puerta, no tardó mas de dos segundos en desaparecer totalmente de nuestra vista.

You love me? - ReddieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora