You love me? - Reddie

treinta y cinco

Richie Tozier

Vi la luz entrar por la habitación de Eddie. Supe que ya era de mañana.
También podia oír el ruido de las hojas de los arboles moverse lentamente debido al viento. Y sentía la respiración de él cerca mío, recostado en la almohada pero de igual manera nuestros rostros estaban demasiado cerca. Aún seguía dormido.

Me dediqué a mirarlo por un largo rato, su rostro era perfecto, él era completamente perfecto. Incluso estando dormido se veía bien.
Mierda, ¿quién carajos se veía bien mientras dormia? Creo que es un ángel.
Su cabello es bonito, castaño y corto. Siempre lo llevaba bien peinado y con gel, pero ahora se lo veía algo despeinado y de igual manera era bonito.
Volviendo a su rostro, era hermoso.
Su nariz era la nariz más bonita que he visto en mi vida y me permití sentir un poco de envidia por eso, era pequeñita y finita, parecía una resbaladilla, no tenia ni la minica imperfeccion.
Estaba llena de pequeñas pequitas que abarcan la mayor parte de su nariz y llegaban unas pocas hasta sus mejillas.
Adorable

Sonreí con ternura, aunque también sentí un poco de vergüenza por andar viéndolo mientras duerme.
Acerqué mi mano y acaricié su mejilla

—Eds, despierta...—dije despacio y tratando de que mi voz sonara suave. El renegó entre sueños y no pude evitar reírme por eso.—Cariño, despierta..

—Mmn no, mamá...—respondió. Causando que soltara una carcajada lo cual lo despertó—¿Eh? ¿que paso?

—Me dijiste mamá, idiota.

—Uh oh. Lo siento..

Era tan tierno aún estando desorientado.

—Mas te vale disculparte, no soy tan encimoso cómo ella. Bueno, eso quiero creer.

—Mmm un poquito menos...—dijo y rió, su risa era contagiosa. Lograba que yo también comenzara a reir.

Me encantaba escuchar su risa, era como música para mis oídos. Era uno de los sonidos más hermosos que había escuchado en mi vida. Aunque me costara admitirlo, me encantaba hacerlo reír, haría cualquier cosa para poder ver esa sonrisa en su rostro.

—Bueno, cariño, es hora de levantarse.—le dije, y me puse de pie. Me coloque mis zapatos y sólo lo miré

Él se frotó los ojos y bostezó antes de sentarse en la cama. Su cabello desordenado le daba un aspecto aún más adorable.

—¿Qué tienes planeado para hoy, Richie? —preguntó, mirándome con curiosidad.

—Bueno, pensé que podríamos hacer algo. Tu y yo, en...una cita—respondí, pensando en qué podriamos hacer.

—Umm, ¿una cita...?

—Sí..—confirmé, con un poco de vergüenza. Sólo un poco

—Suena genial, Richie. Me encantaría pasar el día contigo —dijo, sonriendo.

Mi corazón dio un vuelco al escuchar esas palabras. Saber que él quería y disfrutaba de mi compañía era lo mejor que podía pedir.

—Perfecto, entonces levántate, cariño. Tenemos un día que aprovechar—dije, extendiendo mi mano hacia él para ayudarlo a levantarse de la cama.

Eddie tomó mi mano y se puso de pie, aún con sueño pero con una sonrisa en su rostro. Sabía que hoy sería un día muy lindo. Muy especial porque estaría con él.

—Yo...le dije a mis padres que iría a almorzar. ¿Te busco por la tarde? a las 5pm—Eddie asintió, me acerqué y le dí un beso en la frente.—Nos vemos, Eds. Ponte bonito.

El sonrió. Acerco sus manos y las colocó alrededor de mi rostro y me atrajo hacia él, se acercó aún más y me dió un beso en los labios, lo cuál me sorprendió. Era demasiado molesto e intolerante con él tema de los germenes y estaba ahí besándome sin que antes me lavara los dientes.