You love me? - Reddie

cuarenta y tres

6 meses.

Ese era el tiempo que había pasado desde que Eddie comenzó a vivir con los Tozier. Y su estadía había mejorado los aires de la casa, se podía sentir mucho más vivo, más feliz. La relación de los padres de Richie se veía mucho más fortalecida.

Richie y Eddie mantenían su relación, aunque Maggie no les permitía dormir juntos TODOS LOS DÍAS.

Bien, no se los permitía pero eso no impedía que el de gafas se escabullera por las noches hasta la habitación de su novio. Lo había hecho antes y lo seguiría haciendo ahora.

—Hola, Eds—saludó Richie, mientras se metía en la habitación del otro. Se acercó y le depositó un beso en la frente.

—Hola Rich, ¿se te hará costumbre ahora también colarte en mi habitación?

—Sip, así es. Hazte para allá.—Eddie hizo caso, moviéndose más cercano a la pared. Se puso de lado y miró a su novio

—Te extrañé—confesó el castaño

—Nos vimos en la cena, Eddie

—Lo sé, es algo intenso

—Lo es, pero yo también te extrañé. Entonces creo que ambos somos intensos y no hay nada de malo con eso.

—Que bueno.

—Que bueno—repitió. Ambos sonrieron—Extrañé tu adorable rostro

—Pff, debes dejar de decirme adorable

—Lo haré cuando dejes de serlo, Eddie Spaghetti

El castaño sonrió, luego recordó que había algo que debía contarle. Su sonrisa se esfumó, viéndose más serio de lo normal

—Eds, ¿qué sucede?. Estabas feliz y de la nada pusiste cara de perro triste.

—No, nada—sacudió su cabeza, negando. Luego sonrió

—No debes ponerte triste, mucho menos cuando estás tan cerca de cumplir años. Falta poco, Eddie Spaghetti.

—15 años...—dijo, en un susurro y casi viéndose pensativo

—15 años—repitió Richie, luego agregó—.Suena bien, ¿no crees?

—Mmm, puede ser...

—¡Vamos, Eddie!. ¡Quita esa cara triste!

—Lo siento.

—Sabés que no puedo verte así

—Pues no me veas—Eddie río y le quitó las gafas al otro. Logrando así que este achinara sus ojos tratando de ver mejor

—Muy gracioso—soltó con sarcasmo. Pero no pudo evitar reír también

—Ya, todo está bien. Lo juro—Le devolvió las gafas

—¿Estás seguro?. Esto no tiene que ver con tu madre o algo así, ¿cierto?

Eddie calló.

—¿Eds?..¿es sobre tu...?

—No quiero hablar sobre mi madre.

—Nunca quieres

—Nunca digas nunca

—¿Alguna vez hablaremos sobre ella?

—Tal vez en algún momento, pero no ahora.

—Está bien, está bien. Cómo siempre, respetaré tu decisión

Se acercó acurrucandose a Eddie, colocando su cara en el cuello de el más bajo, este no pido evitar sonreir al sentir la respiración del otro. Bastante acelerada, pero normal.