veintinueve

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Los perdedores ya había llegado, para poder terminar de decidir donde exactamente los encerrarian..

Connor se encontraba explicándole el plan con cada detalle a Stan, le decía que debía hacer para no arruinarlo, donde debía esconderse y todo eso. Claro, el sabía bien ya que el lo había ideado.

—¿Entendiste, Stan?

El judio asintió, había tratado de prestar atención a la mayoría de las cosas que le decía pero lo sentía muy difícil, sólo pensaba en lo que diría cuando estuviera frente a Bill, pensaba en sus sentimientos.

También estaba asustado, cierta inseguridad crecía dentro de, miedo de ser rechazado por Bill está vez. De que no quisiera estar con él por lo que dijo la otra vez, sabía que tenía un gran motivo pero a la vez esperaba que no lo hiciera. Se había dado cuenta de sus sentimientos y se había animado a expresarlos recién ahora.

Pensó que podría ser tarde...

—¡Stan!. Presta atención...—le habló aquel chico de rizos, interrumpiendo sus pensamientos que estaban cargados de mala onda hacia el mismo.—Tierra llamando a Stan....

—Lo siento...—balbuceó, luego aclaró la garganta y agregó—Yo...quisiera improvisar un poco. ¿Puede ser?

Connor sonrió, por supuesto. Stanley debia ser genuino en esto, así que asintió algo resignado.

El timbre sonó, todos se miraron asustados. Rápidamente subieron a la habitación de Eddie a esconder a Stan.

—Quédate aquí por un rato, luego lograremos que Eddie traiga a Bill hasta aquí. ¿Recuerdas donde tienes que estar cuando entre a la habitación?—preguntó Richie

—Sí, Connor ya me dijo donde. Lamentablemente en el baño.

—Nah, el baño de Eddie es más limpio que toda mi habitación.

—Eso no lo dudo

—Chistoso, mi Judío—Acarició el cabello de Stan despeinandolo un poco, ganándose la mirada serie de este. Escuchó la voz de Bill, y supo que debía bajar a saludar—Me voy. Ojalá tengas más suerte que yo.

—Si...espera, ¿qué?—preguntó Stan pero fue inútil. Richie ya se había ido.

....

Ya habían pasado 20 minutos, los demás se encargaron de entretenerse un momento, charlando y contandose chistes entre sí, el ambiente estaba cómodo.

Bill se levantó de aquel sillón, quería ir a orinar.

El plan se había adelantado pero no importaba, sólo debian ejecutarlo y ya.

Eddie lo condujo hasta el baño de su habitación. Denbrough entró sin sospechar absolutamente nada.
A penas terminó de entrar, Eddie cerró la puerta con llave.

Esto hizo que Bill se sintiera confundido.

—E-Eddie, ¿por que cerraste la puerta d-del baño?

El asmático suspiró y dijo:

—No me odies, Bill...—susurró, con un poco de pena, apoyó su frente en la puerta y subiendo un poco más la voz agregó —Yo...quiero lo mejor para ti. Prometo que les daremos privacidad -y se fue corriendo dejando a Bill encerrado.

—¿Q-que carajos te suced..?—iba a terminar la oracion pero vió salir detrás de la cortina de la ducha a un lindo chico rizado.

No pudo evitar sonrojarse aunque sentía cierta molestia, había sido engañado y traicionado por sus amigos.
Todo había sido una trampa para hacer que resuelva las cosas con Stan.

You love me? - ReddieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora