You love me? - Reddie

treinta y nueve

—¡Es que fui un idiota!. Él me pidió que me fuera y lo hice. Maldición, lo abandoné ahí con su malvada madre.

—Richie, no fue tu culpa. Hiciste caso a lo que él te pidió, está bien...—dijo Bev, con voz serena y tranquila. Acariciandole la espalda, un intento de animarlo.

—E-Eso es cierto, Richie. No e-es tu culpa...

—Claro que lo es, ¡abandoné a Eddie con la bruja de su madre! Quien sabe que pudo haberle hecho, tal vez lo asesinó..

—Sonia no sería capaz de hacerle nada a Eddie—agregó Stan, rodando sus ojos por lo dramático que podía llegar a ser Tozier a veces.

—Por supuesto que sí. Ya puedo verlo, ya están a punto de enterrarlo y en su lápida dice escrito: "Osito Eddie, si no eres mio no serás de nadie más. De parte de la gorda de tu madre. Posdata: Maldito Tozier, pudrete en el infierno por marica."

—Cállate, estás siendo idiota—expresó Connor, cruzándose de brazos.

—Además de marica, ahora soy idiota. Merezco morir—Se tiró en su cama, boca abajo. Aunque estaba bromeando realmente se sentía bastante preocupado por Eddie.

Tenía cierta preocupación en su pecho que no le permitía dormir. Se sentía mal, e incómodo estando solo en su habitación. Durmiendo en una cama, sin Eddie.

Lo extrañaba y lo necesitaba tanto.

—Mierda, Richie. ¡Es tu cumpleaños!. Deberíamos estar en tu sala inflando globlos—dijo Ben

—No tengo muchas ganas de esto.

—Ya deja de bromear—dijo Mike, y Richie lo miró con el ceño fruncido

—No lo hago. En serio no siento ganas de celebrar mi cumpleaños, no si Eddie no está aquí.

—Dios mío, realmente está sufriendo—murmuró Bev. Los demás lo miraron confundido. Claro, de repente era mucho para asimilar. El hecho de que Richie no fuera un idiota y tuviera sentimientos tan fuertes y también que esos sentimientos sean hacia Eddie.

—Es que sí. Es cómo si Stan no pasara su cumpleaños con el tartaja, o Bev estuviera sin Ben. O Mike estuviera...bueno..¿sin sus ovejas?. Yo que sé 

—Voy a ignorar que ni siquiera me mencionaste porque estás bastante deprimido—murmuró Connor

Mike rodó sus ojos. Aunque no se permitió mantenerse serio. Se acercó y apoyo su mano en el hombro de Richie.

—El vendrá, lo sé.

Richie fingió una sonrisa, lo que en realidad para todos fue más como una mueca.

Realmente él quería creer que Eddie llegaría pero era casi imposible.
Había hecho demasiados intentos por contactar a Eddie desde aquel día.
En primer lugar había esperado que le marcará, cómo prometió. Pero no fue así, entonces el decidió hacerlo pero nadie contestó.
Miró por su ventana y no habia rastros de Eddie. Incluso había ido a golpear su ventana con pequeñas piedritas y él ni siquiera salió.

No entendía que estaba sucediendo.

Ni siquiera podía irrumpir en la habitación de Eddie porque Sonia había  cortado un poco el árbol que lo llevaba ahí. Así que no tenía manera de escalar.

Maldición, Eddie. Espero que estés bien.

Incluso habia querido ir a buscarlo personalmente, lo cuál no era para nada una buena idea. Sonia le patearía el trasero en cuanto lo vea pero ese no era realmente el motivo.
Bill lo había convencido de no hacerlo, le había dicho que el mismo había intentado aparecerse por allí y Sonia ni siquiera le permitió ver a Eddie. Esto era demasiado, ya que él tartaja era el que mejor se llevaba con la Señora K.