cuarenta y cuatro

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—Entonces. Dicen que sólo cumples 15 una vez así que...¿que quieres hacer, Eddie?—dijo Richie, apoyando su cabeza en el hombro de Eddie, y mirándolo de reojo

Eddie aún no había tomado la decisión, pero de igual manera podían festejarlo al día siguiente si las circunstancias lo requerían. Después de todo el cumpleaños era un día Viernes.

Stan rodó sus ojos

—Claro que sólo cumples 15 años por una vez. Idiota.

—Cállate judío, le hablo a mi novio

—No le hables a-así.

Bill miró serio a Richie. Este asintió.

—Lo siento, judío

—Miedoso.

—Creo que quiero una fiesta, seria lindo—soltó Eddie. Todos en la mesa prestaron atención. Realmente era extraño que eso quisiera el más tranquilo del grupo

Los ojos de Beverly brillaron

—¿De verdad?

—Sí, ¿por qué no?

—Eddie, me has alegrado el día—dijo Connor, sonriendo

—Una fiesta suena bien. ¿Invitaremos a alguien más?—preguntó Mike. Tal vez tenía un par de personas en mente

—Puede ser, unos cuantos...sólo si Eddie quiere.

—Sí, me parece bien—respondió. Encojiendose de hombros, habian más cosas que le preocuparan que organizar su propia fiesta.

—Bastante bien.

—¿Podemos beber...no?

—N-no, Richie.

.....

—Hola mamá, ya volvimos.

Richie estampó la puerta. Cerrandola.
Bastante fuerte

Su madre lo miró, seriamente

—No golpees así la puerta.

—Sí, mi día estuvo bien ma.

—Gracioso.

—Hola señora Tozier

—Hola Eddie

La señora Tozier sonrió, se levantó del sillón dejando su libro sobre la mesa. Fue en dirección hacía el castaño y le dió un corto abrazo

—Justo quería hablar contigo. Sé que falta poco para tú cumpleaños y quería saber que te gustaría hacer.

—Mmn, no lo sé. Estuvimos hablando con los chicos y tal vez...¿una fiesta?

—¿Una fiesta?. Me parece estupendo, puede ser aquí y tienes permitido invitar a tus amigos y compañeros.

Ella sonrió. Richie la miró con la ceja levantada. Confundido

—Wow, ¿quién eres y que has hecho con mi madre?. ¿Por qué no eras así conmigo el dia de mi cumpleaños?

—Ay por favor, tú sabes porque. Tú no eres como Eddie. Eres un rebelde-sonrió y despeinó el cabello de su hijo. Soltando una corta risa al sentir como este se quejaba por lo bajo.

—Bueno, creo que es imposible ser como Eddie

—Así es—soltó Eddie, y sonrió

—Maldicion. Linda sonrisa, por cierto.

Eddie sonrió aún más, tomó la mano de su novio y ambos fueron al sillón frente a donde estaba Maggie.

—Quiero que me cuentes más sobre la fiesta. Pero primero me gustaría decirte algo. Por favor no te alteres pero tu madre llamó esta mañana.

You love me? - ReddieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora