veinte

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—¡Por fin soy libre!—dijo Richie en voz alta, aunque hablando sólo, ya que nadie estaba allí.

Había pasado los días de su castigo encerrado en su habitación, pero ahora podía volver a disfrutar de su libertad y volver a la normalidad.

Miró por la ventana, pensando si debería ir directamente a la habitación de Eddie...

O tal vez sería mejor usar la puerta, como cualquier persona normal.

Optó por la segunda opción, después de todo no quería correr el riesgo de ser castigado de nuevo. Prefería guardar la opción de pasar por la ventana como último recurso en caso de emergencia.

Salió de su habitación, bajó las escaleras y se dirigió a la puerta principal. Se despidió de sus padres diciendo que regresaría más tarde y giró la perilla para abrir la puerta. Pero para su sorpresa, se encontró con un chico de pecas y cabello rizado parado frente a él.

Connor.

Oh, realmente no había pensado en Connor en todo el tiempo que estuvo castigado.

Connor lo miró con una sonrisa, y de alguna manera Richie se sintió culpable por no haber pensado en ir a verlo. Había estado tan concentrado en poder ver a Eddie.

—Hola Richie —dijo Connor con una sonrisa—. Veo que has sido liberado de tu castigo. Por cierto, no me dijiste porqué te castigaron.

—Hey Connor, ¿cómo estás? No es nada importante, lo bueno es que ya no estoy castigado.

—Vine a buscarte, pensé que podríamos ir al arcade o al parque. Ya sabes, tú y yo, lo de siempre.

Richie pensó por un momento, no le vendría mal salir a distraerse un poco. Además, Eddie seguiría estando en su casa cuando volviera y podría ir a verlo un rato antes de la hora de dormir.

—Sí, ¿por qué no? ¡Vamos! —Cerró la puerta de su casa y se dispuso a caminar junto a Connor camino al Arcade.

— Vamos al arcade, hace tiempo que no juego a los videojuegos.

—Yo igual—Respondió Richie— Me siento como Ben, un nerd.

Ambos rieron y se dirigieron al arcade, donde las luces brillantes y los sonidos electrónicos llenaban el lugar.

Richie y Connor eligieron jugar su juego habitual "Street Fighter"
Se sumergieron en una batalla épica de juegos, riendo y disfrutando del momento, mientras compartian uno que otro comentario casual de sus vidas.

Después de un tiempo, decidieron ir al parque para tomar un poco de aire fresco.

Se detuvieron en un banco y Richie miró a su amigo con una sonrisa en el rostro.

—Sabes, siempre me divierto mucho contigo. Me alegra que podamos hacer esto juntos, como siempre lo hemos hecho. Eres un gran amigo.

Su amigo le devolvió la sonrisa.

—Tú también eres un gran amigo, Richie. Siempre puedo contar contigo para pasar un buen rato y olvidarme de las preocupaciones. 

Ambos se quedaron en silencio por un momento, disfrutando de la compañía del otro. El sol se estaba poniendo y el cielo comenzaba a teñirse de tonos anaranjados y rosados.

—Creo que este ha sido un día perfecto —dijo Richie, rompiendo el silencio—. Gracias por invitarme a salir, necesitaba esto.

—De nada. Eso es lo que los amigos hacen, ¿verdad? —respondió su amigo, poniendo una mano en el hombro de Richie.

Richie asintió y se levantaron del banco, decidiendo regresar a casa.
Dirigiéndose primero a casa de Connor. 

Al llegar Richie vio extraño que su amigo le invitara a pasar ya que es algo que nunca había hecho. Pero aceptó, solo por un rato.

You love me? - ReddieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora