XXXII ⸺ Debí creerte

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Notaba el viento arremolinarme el cabello a medida que la yegua aceleraba el ritmo al atravesar los bosques limítrofes al reino.

Notaba el viento arremolinarme el cabello a medida que la yegua aceleraba el ritmo al atravesar los bosques limítrofes al reino

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Madrugar parecía haberse convertido en una costumbre para mí. 

Por lo que esa mañana cuando abrí los ojos, habiendo ganado a los primeros rayos que despuntaban entre las nubes, me levanté con cuidado de no despertar a Rolan, preparé mis cosas, y tras ataviarme me dirigí a los establos para dar un paseo con Sömbra. 

Equipé a la yegua con los utensilios de monta, la ensillé y salimos a galope rápido hacia el bosque, por el camino del río. 


Atravesamos el bosque casi como en un suspiro. 

Aquel animal era de los más rápidos que Uther poseía, y de no ser por el hecho de que Sömbra le odiaba, sería de sus favoritas para las partidas de caza, sin duda alguna.

Desmonté cuando llegamos al inicio del arroyo, donde le quité el bocado para permitirle beber agua con mayor facilidad. 

Me senté a la orilla con los ojos fijos en el vaivén de las aguas para luego dejar escapar todo el aire que mi pecho retenía. 

Cuando la yegua terminó de refrescarse, caminó a mi lado para luego tumbarse dejando la cabeza sobre mis piernas y clavar sus penetrantes orbes azules en los míos. 

━Estoy bien━ dije acariciando sus crines. 

Esta movió la cabeza a modo de desaprobación. 


Ella podía notar cuando mis ánimos no eran los mejores. No sabría decir como aquel animal era capaz de saberlo, pero siempre que había tenido un mal día, al llegar a los establos, trataba de pasar tiempo conmigo.


━De verdad━ reí levemente. 

Resopló rendida y volvió la vista al río. 

Nos quedamos allí un buen rato.

Aquel lugar nos traía paz a ambas. 


Notar el viento en el cabello, el aire soplando suavemente, el frescor de la orilla, los gorriones cantando, todo era fácil allí. 


━Tenemos que volver━ dije cuando ya empezaba a notar el sol alto, lo que significaba que las gentes de Camelot habrían comenzado sus quehaceres y yo debía volver a los míos. 

La yegua se levantó para luego sacudirse el polvo que la arena le había dejado. 

Me erguí de un salto para luego subir a mi montura y poner rumbo a la ciudadela. 


Llegamos a los establos en poco tiempo, y para mi sorpresa, Gwen y Morgana estaban allí. 

━¿Va todo bien?━ pregunté al mismo tiempo que desmontaba para después tomar las riendas del animal entre las manos. 

Merlín  ⸺⊱ THE SUNSTONE ⊰⸺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora